Rusia ha sufrido en la noche del martes al miércoles uno de los mayores ataques de drones ucranianos hasta la fecha en el oeste del país. El ejército ruso dice que logró derribar aviones no tripulados en al menos seis regiones, y neutralizó un ataque naval ucraniano en la península de Crimea. Esta vez los ucranianos apuntaron muy al norte, en Pskov, cerca de la frontera con los países bálticos. Bryansk, Kaluga, Orlov, Riazán y Moscú fueron otros objetivos. Varios aviones militares rusos resultaron dañados y la aviación civil vio afectado su tránsito por los ataques con drones, según admitieron funcionarios rusos. Desde distintos puntos del país llegan imágenes de instalaciones en llamas.
El ataque más significativo es el que ha tenido lugar en Pskov, a unos 660 kilómetros al norte de la frontera ucraniana, cerca de las fronteras con Estonia y Letonia. Allí cuatro aviones de transporte militar Il-76 resultaron dañados, en un aeródromo militar según la agencia de noticias Tass. Dos de los aviones «estallaron en llamas». Fuentes locales hablan a los medios rusos de una ‘lluvia de drones’, pues en el ataque participaron entre 10 y 20. El Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia no informó nada al respecto pero todo el cielo sobre Pskov, la región y las regiones más cercanas quedó completamente cerrado a los vuelos.
Los residentes locales dijeron haber oído explosiones y disparos de armas automáticas, escribe el periódico ‘Pskov Gubernia’, un caos en medio de la noche en el lugar donde está emplazado el 334º regimiento de transporte militar. Uno de los drones impactó en el complejo de reabastecimiento de combustible en el territorio del aeropuerto, tras lo cual se produjo un gran incendio, dice el canal de Telegram Mash.
Las imágenes publicadas por el gobernador de Pskov en Telegram mostraban humo saliendo de un gran incendio mientras se escuchaban sirenas y una explosión. Imágenes compartidas en redes sociales mostraron sistemas antiaéreos empleándose a fondo alrededor de la ciudad, que está a sólo 32 kilómetros al este de la frontera con Estonia, país perteneciente a la OTAN.
Los vuelos civiles fueron cancelados en el aeropuerto de esta ciudad del oeste de Rusia. El objetivo del ataque también podría ser un depósito de petróleo situado cerca del aeropuerto. O la base militar de Cherekhinsky, donde está desplegado el 104º regimiento de asalto aerotransportado, que participó en la masacre de civiles en Bucha en 2022.
Ucrania aún no ha logrado un gran éxito en su contraofensiva terrestre en sus territorios ocupados en el sur, pero ataca cada vez más lejos dentro de Rusia. El aeródromo de Pskov está a 700 kilómetros de la frontera ucraniana.
SEIS REGIONES ATACADAS
El alcalde de Moscú, Serguei Sobyanin afirmó que uno de los drones que se dirigía a la capital fue destruido por las fuerzas de defensa aérea en el distrito Ruzsky de la región de Moscú.
Según el primer recuento de agencias rusas, después de la medianoche los sistemas de defensa aérea derribaron tres drones en la región de Bryansk, dos en la región de Riazán, uno en las regiones de Oriol, Kaluga y Moscú.
Ucrania normalmente no comenta quién está detrás de los ataques en territorio ruso, aunque los funcionarios han expresado públicamente su satisfacción por ellos. Esta vez seis regiones han sido golpeadas por los drones. Los ataques sirven para perturbar el transporte del país, que está muy centralizado en la capital rusa. El espacio aéreo alrededor del aeropuerto Vnukovo de Moscú, el que utiliza Vladimir Putin para sus desplazamientos, fue cerrado temporalmente.
Los ataques se repitieron en el sur del país. Rusia informó de madrugada de que drones ucranianos intentaron atacar una torre de televisión en la región de Bryansk, aunque no se reportaron víctimas. El gobernador de la región, Alexander Bogomaz, dijo que tres drones ucranianos fueron destruidos sobre Bryansk por la noche y tres más por la mañana. Como resultado de uno de los ataques de la mañana se produjo un incendio y un edificio administrativo resultó parcialmente dañado.
Según medios rusos, los drones que atacaron Bryansk querían destruir el depósito de petróleo de Druzhba. Uno de los drones cayó sobre la planta de Kremniy, uno de los mayores fabricantes de microcomponentes eléctricos del país, importante proveedor del Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia. En particular, suministra piezas para los sistemas de defensa aérea Pantsir y los sistemas de misiles Iskander. También hubo una explosión en el edificio del Comité de Investigación de la Federación Rusa en la región de Bryansk.
La administración de Bryansk pidió a los residentes de la ciudad y a los medios locales que no publicaran las direcciones de los lugares «afectados por los ataques de los terroristas ucranianos», pues esos datos sirven para corregir el tiro en el futuro.
Un avión ruso también destruyó cuatro lanchas rápidas ucranianas que transportaban hasta 50 paracaidistas en una operación en el Mar Negro, dijo el ejército. Agencias rusas afirman que los barcos llevaban grupos de desembarco de fuerzas de operaciones especiales ucranianas.
Siguiendo el programa de bombardeos con el que lleva castigando a su vecino un año y medio, Rusia lanzó sus propios ataques aéreos el miércoles por la mañana, matando al menos a dos personas en Kiev, denunció el alcalde Vitali Klitschko.