El avance de las campañas de desinformación, la «industria del simulacro» que no permite ver la diferencia para distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, es una de las mayores amenazas a la libertad de prensa en la actualidad, según RSF (Reporteros sin Fronteras) en su informe anual. Estas herramientas de manipulación gubernamental afectan a 118 de los 180 países analizados. Una situación que empeoró con la guerra Ucraniapero también con el desarrollo de la inteligencia artificial.
Estas son las conclusiones del informe Reporteros sin Fronteras 2023, que analiza el estado del periodismo en 180 países. Estos 118 países reconocen la participación de actores políticos en campañas de desinformación o propaganda a gran escala, de manera regular o sistemática.
Esta volatilidad e inestabilidad es el resultado de una agresividad de la fuerza En muchos países contra los periodistas, no solo en el mundo físico, sino también en las redes sociales. «Es un producto del crecimiento de la industria de la simulación que distribuye desinformación y proporciona herramientas para fabricarla», dijo en el informe Christophe Deloire, secretario general de RSF.
La inteligencia artificial es otra amenaza para el periodismo, ya que ha “sacudido el frágil mundo de los medios, donde la diferencia está entre lo real y lo falso, entre lo real y lo artificial, y se desdibujan hechos y artefactos, poniendo en peligro la derecho a la información”, dice el informe, que asevera que “se están utilizando capacidades de manipulación sin precedentes para debilitar a quienes practican un periodismo de calidad, al mismo tiempo que se debilita el propio periodismo”.
Redes sociales «arenas movedizas» del periodismo
cita a Reporteros sin Fronteras en su análisis Elon Muskel dueño de Twitter, quien «impuso una lógica extrema, arbitraria y de censura» en esta red social, explicando que «estas plataformas son arenas movedizas del periodismo».
El estallido de la guerra en Ucrania, donde Rusia desató un arsenal mediático en poco tiempo, es el mejor ejemplo de la progresión de estas campañas de desinformación. De los 180 países analizados, Rusia ocupa el puesto 164, cayendo nueve lugares, y en Ucrania (79) hacer periodismo no fue tan difícil, dice la organización.
Según Reporteros sin Fronteras, el estado de la libertad de prensa es Muy peligroso en una treintena de países, difícil en el 42 y problemático en el 55. Sólo en el 50 la situación es buena o muy buena, y la mayoría de estos países están en Europa. España descendió cuatro puestos, del 32 al 36 este año, y está por debajo de Namibia, Moldavia, Costa Rica, Portugal, Lituania y Taiwán, entre muchos otros.
Reporteros sin Fronteras apunta en particular a América Latina, donde la tasa de asesinatos de periodistas y reporteros ha alcanzado el nivel de países en guerra. También destaca que China es la prisión para periodistas más grande del mundo y una de las mayores máquinas de propaganda. Destaca positivamente Brasil, que sube posiciones gracias a un cambio de gobierno, tras dejar atrás al ultraderechista Jair Bolsonaro.
Algunos de los países nórdicos encabezan la lista, como Noruega (primero en la lista), Suecia (cuarto) y Finlandia (quinto). Irlanda ocupa el segundo lugar. El informe advierte de la situación en Alemania, que pierde cinco puestos en «un año récord de violencia y detenciones de periodistas».