Es escandalosa la investigación penal en curso sobre casos de corrupción, blanqueo de capitales y pertenencia a organizaciones criminales que han dado lugar a la prisión preventiva de eurodiputados, asesores y cabilderos. conmociónsino también el resultado Años de inacción y desconocimiento de las «conocidas deficiencias en el marco ético» de la institución.. Eso es lo que cree la Defensora del Pueblo Europeo, Emily O’Reilly, y lo denunció el viernes en un mordaz discurso.
Las mujeres irlandesas señalan algunos problemas bien conocidos, como el hecho de que los parlamentarios Puede que tenga otros trabajos.o aunque exista un registro de reuniones con cabilderos debidamente designados (pero obligatorio solo para presidentes de comités y relatores De los informes), no hay nada parecido a este tipo de reuniones como delegaciones de terceros países, de fuera de la Unión. pero puedes agregar Más de 4.000 euros mensuales cobrados por cada miembro de la Cámara por gastos injustificados. que el TJUE amparaba la opacidad de las dietas de los socios a instancias de la propia Sala, que no quería que se revelaran los datos para garantizar la privacidad. o que las sanciones por infracciones de las normas sean más bien leves, ya sea por prácticas ilegales en la contratación y recompensa de los asistentes o cuando las investigaciones periodísticas hayan demostrado la disposición de los ocupantes a aceptar dinero o regalos o simplemente los cabilderos redactando el texto de sus intervenciones, enmiendas o propuestas legislativas.
El escándalo de corrupción que involucra al Parlamento Europeo es un ejemplo, aunque extremo, de lo que sucede cuando se considera que un régimen ético y anticorrupción fuerte es opcional y no parte integral de una institución pública. El daño que hace a la credibilidad institucional del Parlamento Europeo y de la Unión Europea en general es enorme.denunció la Defensora del Pueblo en su foro de opinión.
El Parlamento Europeo ha anunciado que adoptará medidas para corregir estos puntos ciegos. Está valorando la posibilidad de restringir el acceso a sus instalaciones a agentes de otros países, promover la transparencia, y tal vez imponer en los registros (cuyo cumplimiento es en sí laxo) que incluya también reuniones de todos los miembros de la Cámara, no sólo de los que tienen la mayor responsabilidad.
Según datos de Transparencia Internacional, El 25% de los eurodiputados tienen un segundo trabajo, y algunos de ellos tienen una década, reportando decenas o cientos de miles de euros. Y muchos de ellos tienen conflictos de intereses bastante obvios. El código de conducta no es suficiente, no cubre todo lo que debe ser, y no se dirige a los que salen de casa y pasan al otro lado por los torniquetes. Además, no se aplica estrictamente, quedando en manos de los propios diputados.
“Si bien la gran mayoría de los eurodiputados electos actúan de manera ética y sirven al bien común, un sistema de rendición de cuentas débil e impenetrable podría permitir que los no miembros del Parlamento Europeo, ya sean eurodiputados o su personal, actúen con impunidad. El escándalo destrozó la complacencia, exponiendo fallas evidentes En el marco de un parlamento ético y de lucha contra la corrupción”, asevera O’Reilly, que lamenta con asombro que si bien “era de esperarse la conmoción y el asombro que provocó este escándalo” cuesta creer “que pudiera haber una aparente ceguera institucional ante el tamaño y el valor de la Unión Europea como blanco de la corrupción».