El ministro de Justicia francés, Éric Dupond-Moretti, ha sido absuelto en un juicio inédito por supuesto conflicto de intereses que se abrió hace semanas en la Corte de Justicia y cuya sentencia se dictaba este miércoles. Casi cualquier veredicto era comprometido, pues es la primera vez que un titular de la cartera se sienta en el banquillo, y eso ya provocaba una situación insólita, pues de él dependen los organismos judiciales que debían decidir.

El presidente francés, Emmanuel Macron, se reunirá con el ministro esta tarde en el Elíseo. En este proceso se le acusaba de haberse aprovechado de su cargo para ajustar cuentas con magistrados con los que tuvo conflictos cuando él ejercía como abogado. El ministro ha entrado y salido de la Corte con toda tranquilidad.

«Es lo que esperábamos y lo de dictaba el Derecho. Es una satisfacción. La Corte de Justicia de la Republica ha juzgado que el señor Dupond-Moretti es inocente, cuando desde hace tres años ha sido acusado injustamente», han señalado sus abogados al conocer el fallo.

Las reacciones políticas no se han hecho esperar: del lado de la izquierda, La Francia Insumisa ha criticado la decisión al considerar que es «parcial» y el Partido Socialista cree que tendría que haber dimitido. En el otro lado, Reagrupamiento Nacional, el partido de Marine Le Pen, ha pedido que se le sustituya. En Twitter (ahora X) la primera ministra, Elisabeth Borne, ha confirmado que el ministro seguirá en el Gobierno.

La Corte ha estimado que, para que exista un delito de conflicto de intereses, tiene que haber, además de una serie de elementos materiales, que sí reconoce que existen, también una «motivación intencional», que creen que no se da. Valoran que no hubo intencionalidad cuando, como ministro, ordenó las investigaciones administrativas contra un juez que había imputado a un cliente suyo y otros magistrados con los que había tenido desencuentros en el pasado.

En ningún momento, «el ministro expresó (…) animosidad, desprecio o deseo de venganza» hacia los cuatro magistrados con los que tuvo conflictos cuando era abogado «y contra quienes había abierto una investigación administrativa», ha señalado la Corte.

El caso remonta a 2020, precisamente en medio de una investigación al ex presidente Nicolas Sarkozy, que tiene varias causas abiertas. Algunos jueces de la Fiscalía Financiera rastrearon facturas telefónicas de varios abogados, entre ellos Dupond-Moretti, para tratar de buscar pruebas contra Sarkozy.

Nunca un ministro de Justicia ha sido juzgado en el ejercicio de su cargo en esta la V República. Cercano al presidente, Emmanuel Macron no le había forzado a dimitir, a pesar de la polémica, y lo ha mantenido en el cargo. François Bayrou, ministro en el primer mandato de Macron, sí dimitió en cuanto se le abrió una investigación, para «no exponer al Gobierno».

La Corte de Justicia está formada por tres magistrados profesionales de la Corte de Casación y doce parlamentarios (seis diputados y seis senadores) de todos los partidos.

La sentencia genera polémica, pues se cuestiona la independencia de la Justicia. Se da la circunstancia de que hay otro miembro del Gobierno que se sienta estos días en el banquillo: es el ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, en su caso por una sospecha de favoritismo cuando era alcalde.