Quién. Mark Ormrod (40 años) fue el primer británico en sobrevivir a una triple amputación tras explotarle una bomba en 2007 cuando estaba destinado como soldado en Afganistán. Qué. Le robaron las piernas protésicas que llevaba en el coche cuando lo dejó aparcado en un hotel de Londres el 8 de enero. Por qué. Dio cuenta de lo ocurrido en redes y una mujer encontró las prótesis abandonadas al día siguiente en un callejón.
«Me robaron ayer en el coche. Se llevaron una bolsa llena de ropa sudada del gimnasio, otra con mi kimono de jiu-jitsu y, lo que es realmente fastidioso, también se llevaron mis piernas protésicas«.
Mark Ormrod (40 años), el primer británico en sobrevivir a una triple amputación por heridas de guerra (le explotó una bomba en 2007 cuando estaba en Afganistán), lanzó su mensaje a sus 32.000 seguidores en X, con la esperanza de poder recuperar al menos las extremidades «que son el 50% de mi vida».
«Lo triste es pensar que alguien es capaz de robar en un aparcamiento especial para discapacitados, llevarse del coche los aparatos que uno necesita para vivir con independencia y que encima no le importe», escribió Ormrod en otro mensaje, resignado a moverse en su silla de ruedas con un solo brazo (el derecho lo perdió también en la explosión).
«Se trata de piernas especiales, diseñadas a la medida, que me permiten llevar a mis hijos a la playa, bañarme con ellos en el mar, ir al gimnasio y hacer todo lo que hago en casa con ellas», detalló el veterano, que vive en Plymouth con su familia.
Sus mensajes calaron hondo en las redes. El mismo día del robo, el 8 de enero, le llegaron cientos de muestras de apoyo. Y, entre todas ellas, el anuncio repentino de una mujer que dijo haber encontrado en un callejón dos prótesis de piernas que resultaron ser las suyas. «De camino a Londres esta noche», comunicó Mark Ormrod a sus seguidores. «Una mujer dijo haber encontrado mis cosas abandonadas en un callejón cerca de su casa, y de alguna manera hizo la conexión con el mensaje que yo había puesto».
Efectivamente, las prótesis aparecieron no muy lejos de donde habían sido robadas, en el parking del hotel Premier Inn en Chiswick. En poco más de 24 horas, Ormrod recuperó la sonrisa y pudo regresar a Plymouth con las piernas puestas.
Sus tres hijos le llaman Iron Man (Hombre de Hierro) por su tenacidad y por su fortaleza a prueba de bombas, como ya había quedado demostrado cuando ganó una medalla de oro en los Juegos Invictus del 2017. El príncipe Harry se arrodilló a su altura y alabó su «capacidad para capturar la imaginación del mundo» con su ejemplo de autosuperación.
Mark Ormrod portó la antorcha olímpica de Londres en 2012 y recorrió más de 4.000 kilómetros en su silla de ruedas a lo largo de la islas británicas ese mismo año. Ha recaudado más de medio millón de euros para organizaciones benéficas con sus personalísimos retos y era ya un héroe nacional antes de su última proeza.
Tras el feliz reencuentro con sus prótesis, lanzó un último mensaje a los ladrones: «¿Qué tipo de persona puede robar un coche en un aparcamiento para discapacitados? Quien quiera que seas, espero que tu mala suerte haya tocado fondo y que las cosas puedan cambiar. Traza una línea en la arena, asume la responsabilidad de tus actos y tira de tu vida hacia arriba para conseguir lo que quieres».
«Yo sé lo que es querer acabar con todo», confesó recientemente Mark a la revista People. «Habría vendido mi alma para volver a ser el hombre que era antes de la explosión. Pero si algo puedo hacer ahora es demostrar que hay vida más allá de las heridas y de la guerra… En el fondo, los talibán me hicieron un favor: mi vida tomó un camino con el que nunca pude haber soñado. Ahora mismo no lo cambiaría por nada».