Hunter Biden, el hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, retiró este miércoles la declaración de culpabilidad por delitos tributarios que había acordado con los fiscales al no tener garantizado que se pueda librar de todos los cargos contra él.
El hijo del mandatario decidió declararse no culpable después de que la juez encargada de caso pusiera en duda la validez del acuerdo por el que reconocía no haber declarado al Fisco los ingresos de 2017 y 2018, porque dicho acuerdo incluida librarse de enjuiciamiento por otro cargo, el de posesión de arma de fuego -que es ilegal cuando se trata de una persona con adicciones-.
La vista celebrada en un tribunal federal de Wilmington este miércoles finalizó sin un acuerdo final y con Biden cambiando su declaración tras una sesión llena de interrupciones y cambios de posición.
Biden acudió a la vista en Wilmington, en el estado de Delaware, para declararse culpable de dos delitos fiscales menores por no haber declarado al Fisco los ingresos que obtuvo en 2017 y 2018 y los fiscales, por su parte, cumplieron con lo acordado y pidieron la libertad condicional para él.
El pacto incluía la renuncia de la Fiscalía a llevar a juicio a Biden por otro caso del que también se le acusa, el de poseer un arma de fuego pese a tener problemas de adicción, que podría conllevar una pena de varios años de prisión.
Sin embargo, la jueza encargada del caso y que tiene que dictar sentencia, Maryellen Noreika, nominada por el ex presidente Donald Trump, expresó durante la vista sus dudas sobre si dicho acuerdo puede incluir la inmunidad de Biden en el caso de posesión de arma de fuego. Por esa razón el pacto se rompió momentáneamente y quedó pendiente de un hilo hasta que fue examinado por las partes y la jueza.
Dudas de la jueza
Según informó la CNN, durante la vista la jueza expresó sus dudas sobre si la investigación de los fiscales había sido suficiente o si era incluso necesario reiniciarla, una cuestión que según medios estadounidenses no es habitual.
El fiscal David Weiss, que fue nombrado por Trump y a quien Biden mantuvo en su puesto, ha dirigido esta investigación.
En su rueda de prensa diaria, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, declaró este miércoles que Hunter Biden es «un ciudadano particular», que no ocupa ningún cargo público, y que este tema es un «asunto privado».
Explicó que el presidente Biden «ama a su hijo y lo apoya mientras este rehace su vida», pero también remarcó que la investigación es «independiente» del Gobierno y está liderada por un fiscal nombrado por Trump.
Los rivales políticos de Biden han utilizado estas pesquisas para arrojar dudas sobre los negocios del hijo en el extranjero y para describir a la familia del presidente como corrupta.
Dicha investigación se abrió en 2018 durante el mandato del expresidente Donald Trump (2017-2021) y ha sido utilizada por los republicanos desde 2020 para atacar al presidente demócrata, al que acusan de no haber hecho ningún esfuerzo para llevar esta indagación hasta el final.
Ayer mismo, el líder de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Kevin McCarthy, amenazó con abrir un juicio político contra Biden, aunque los números no le alcanzan para destituir al mandatario.