Estalló la «peor violencia de pandillas» en décadas, según Naciones Unidas Una brasa de sangre y fuego En Haití, la nación caribeña gravemente herida recuerda varias horas a julio de 2021, cuando un comando de mercenarios colombianos torturó y asesinó al entonces presidente, Jovenel Moise, en su residencia. En esta ocasión, fue el enfado de los policías, tras ver caer muertos a decenas de sus compañeros, lo que les impulsó a atacar la vivienda del actual primer ministro, Ariel Henry.
Con fotos de los cadáveres de seis de los compañeros exterminados por una banda gran grifo En el ataque a la comisaría de Moro, en el norte de la isla, decenas de policías asaltaron la vivienda de Henry. En su ausencia, quien regresaba de su participación en Buenos Aires en la Cumbre de Naciones Latinoamericanas y Caribeñas (CELAC), los rebeldes trasladaron su protesta al aeropuerto de Puerto Príncipe, que lograron cercar con barricadas y fuego de llantas.
Ayer continuaron las protestas en las calles de la capital, obligando a Cierre de la embajada Como los españoles y los mexicanos, ante un torbellino masivo de violencia. Bahamas ordenó la salida de su personal diplomático.
Khalifa Moise ha demostrado que es incapaz de resolver la grave crisis de seguridad que ha cobrado la vida de 80 agentes desde el magnicidio. En octubre pasado, el gobierno pidió a las Naciones Unidas que enviara una fuerza militar «rápida» para apoyarlo, dada la evidencia de que las pandillas controlan más del 60% de Port-au-Prince.
Estados Unidos y Canadá, dos países que se han planteado enviar a sus soldados, no han decidido dar un paso al frente en un enfrentamiento Misión anterior fallida y la impopularidad de un primer ministro que se niega a convocar elecciones a pesar de que ni siquiera se ha renovado el Senado. En este momento, han decidido castigar a los líderes locales por sus oscuros vínculos con pandillas violentas. Uno de ellos es el expresidente Michel Martelly, en principio padrino de Moss, aunque luego se distanciaron.
Luis Abenader, el presidente de la vecina República Dominicana, también ha pedido persistentemente la intervención de fuerzas militares extranjeras. Durante su discurso en Buenos Aires, Abinader insistió: “Aún no se ha respondido al llamado del gobierno haitiano de una fuerza fuerte que permita a la Policía Nacional enfrentar a las organizaciones criminales. Sin esta ayuda lo seguiremos lamentando”.
Crisis Group concluyó: «Enfrentar bandas criminales que se mueven rápidamente en favelas superpobladas puede causar bajas masivas, enemistad y daños a la reputación. Los riesgos de contagio son innegables, pero el daño causado por la inacción prolongada frente a la emergencia humanitaria de Haití no se puede evitar». denegado.» .
Haití está en terremoto total: después de la devastación causada por el gran terremoto de 2010, que mató a 300.000 personas y gran parte de la capital, una crisis tras otra mientras la violencia escaló todos los días. El hambre, la pobreza extrema, el cólera, la crisis financiera, la inflación, la escasez de gasolina, la sequía y la peste conspiran contra el primer país de América Latina en lograr la independencia.