Tras cerrarse bruscamente la ventana que permitió la liberación de 113 israelíes y extranjeros secuestrados por Hamas y Yihad Islámica el pasado 7 de octubre y más ayuda humanitaria y calma en la Franja de Gaza, este fin de semana se ha abierto otra que tiene como marco los ataques y una posible incursión terrestre en la sureña Jan Yunis.
Si hay un acuerdo para la tanda pendiente de rehenes a liberar, la ventana bélica podría cerrarse brevemente. De momento, se abre de par en par y hacia el sur.
Si en las primeras semanas de la guerra, el Tsáhal se centró en atacar y tomar el control de amplias zonas en el norte de Gaza, ahora el objetivo primero de los cazas y luego de los soldados es la capital de sur del enclave palestino.
1,7 millones de desplazados
Se trata de una zona muy sensible no solo porque antes Jan Yunis ya era la segunda más populosa (400.000 personas) tras la ciudad de Gaza. Hoy, alberga a más de 1,7 millones de los 2,3 millones de habitantes desplazados debido a la masiva evacuación desde el norte.
Según la directora de comunicaciones de UNRWA (agencia de la ONU para refugiados palestinos), Juliette Toma, cerca de 958.00 buscaron refugio en 99 sedes de la ONU en el sur de Gaza. «La gente lo ha perdido todo y lo necesita todo», avisa.
Otro aspecto que complica la operación israelí es que se trataría del lugar adonde muchos secuestrados fueron trasladados y escondidos ya sea en casas o en túneles.
Israel lo considera un gran feudo del brazo armado de Hamas, incluyendo líderes y milicianos que huyeron de los combates en el norte. No en vano, en Yan Yunis nacieron los dos palestinos más buscados por los servicios de seguridad israelíes en la faz de la tierra tras haber planificado y ejecutado el atentado más grande en la historia del Estado judío (más de 1.200 muertos y 240 secuestrados): el líder de Hamas en Gaza, Yahia Sinwar, y el jefe del brazo armado, Mohamed Deif.
La rapidez con la que Israel pretende realizar la incursión terrestre en el sur, a diferencia de lo sucedido en el norte, se debe tanto al temor de que los integrantes de las Brigadas de Ezedin Al Qassam huyan a través de túneles hacía Egipto como a la mayor presión de EEUU, muy preocupado por el número de víctimas civiles y de desplazados.
Debido a ello, Israel emplea una nueva táctica en la que pide una evacuación limitada por perímetros. Así, el Ejército ha enviado sus mensajes a habitantes de seis barrios de Jan Yunis. Según fuentes palestinas, tanques israelíes ya se vieron este fin de semana en la zona de Deir Al Balah, al norte de Jan Yunis. Las milicias indicaron que hubo combates y reivindicaron el disparo de proyectiles contra Israel.
Según el ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamas, más de 15.500 palestinos han muerto en los bombardeos israelíes y combates desde el 7-O.
Después de anunciar la muerte del jefe del Batallón Shejaiya de Hamas, Wissam Farhat, y otros milicianos, el portavoz militar israelí en árabe, Avichay Adraee, amenazó a 11 comandantes adjuntando sus fotos y nombres: «Ésta es una última advertencia, todos estáis en el punto de mira. Las Fuerzas de Defensa operarán con fuerza para destruir la infraestructura de Hamás. Tenéis dos opciones: rendirse y deponer las armas o un destino similar al de los comandantes que fueron eliminados».
Israel también ha sufrido bajas entre sus altos mandos. En concreto, cuatro coroneles. Como comandante de la Brigada sur de la División de Gaza, Asaf Hamami llegó a primera hora del ‘Sábado Negro’ al kibutz Nirim ante el ataque yihadista de la Unidad Nukba. Hamami mató a milicianos y salvó numerosos habitantes, pero recibió disparos junto a dos soldados. Su cadáver fue llevado a Gaza. Los atacantes llevaban su foto para atraparlo vivo o muerto.
Pocas esperanzas de un alto el fuego
Las expectativas para lograr un alto el fuego existen pero son mínimas. Israel exige la puesta en libertad de 15 mujeres y dos niños en cautiverio como establecía el acuerdo para un día más de tregua. Hamas replica que no los tiene y acusa a Israel de querer reanudar «las agresiones» por todos los medios para acabar con sus capacidades armadas y de control.
El grupo integrista desearía un acuerdo más amplio que incluya otras categorías de rehenes-empezando por ancianos a cambio de presos palestinos veteranos-que le permitirá más días de alto el fuego.
Donde el fuego se ha incrementado ha sido en el norte. Israel atacó objetivos de Hizbulá en respuesta a los misiles del grupo libanés reanudados tras el colapso de la tregua en Gaza.