Horas críticas para la libertad de Monseñor Rolando Álvarezel recalcitrante obispo de Nicaragua, que según medios locales fue liberado la noche del lunes gracias a sus gestiones Vaticanoluego de casi 11 meses de encarcelamiento arbitrario e injusto.
Diplomáticos del papa Francisco podrían haber persuadido al obispo para que saliera de la celda de la prisión La Modelo para ser trasladado a un recinto eclesiástico externo, hecho que desmintió ayer el cardenal Leopoldo Prinz. “Se equivocaron”, dijo el cardenal, ante la información brindada por la Agencia de la Iglesia Católica.
“Está atrapado en una situación difícil y tensa”, confirmó Bianca Jagger, una activista de derechos humanos que fue la primera en informar sobre la liberación del obispo y su intención de enviarlo a Roma.
Medios locales y diversas fuentes de información dieron por hecho que Álvarez salía ayer del país centroamericano para viajar a Roma, aunque el obispo Álvarez nunca aceptó el destierro. Así lo manifestó el obispo de Honduras José Antonio Canales a través de las redes sociales: “El Monseñor no quiere irse de Nicaragua. Quiere ser libre, sin condiciones, en su país”.
En febrero, Monseñor Álvarez se negó a abordar el avión que Washington había alquilado para transportar a 222 presos políticos previamente exiliados. daniel ortega. Esta negativa, que derribó la estrategia inicial de la dictadura sandinista, desató la ira del presidente nicaragüense y la posterior condena de Álvarez a 26 años de prisión por traición a la patria.
Posible intervención del Papa
Solo la intervención directa del Papa obligará al obispo de Matagalpa a salir de su país, como sucedió en 2019 con monseñor Silvio José Paez, arzobispo de Managua, quien actualmente vive exiliado en Estados Unidos tras su paso por el Vaticano.
“Monseñor es un ejemplo de fe y fortaleza. El deseo es verlo con su clero en su diócesis de Matagalpa. Nos comparte su mensaje como profeta y pastor sensible a la voz de Dios. La voz del pueblo. » El líder de la liga, Lester Alemán, es miembro del Grupo 222.
Las negociaciones se desarrollan entre ambas partes a pesar de la tensión que existe desde que el dictador Ortega ordenó el cese de relaciones con el Vaticano. El líder sandinista no aceptó las duras críticas de Francisco, quien comparó su régimen con «la dictadura comunista de 1917 o el hitlerismo de 1935. Son una especie de dictaduras insolentes».
El futuro de cinco sacerdotes más
En la mesa de negociaciones también se está decidiendo el futuro inmediato de los cinco sacerdotes encarcelados por la dictadura en los últimos meses. A pesar del total hermetismo de los negociadores, medios locales informaron que Manuel Salvador García, sacerdote de la Diócesis de El Calvario; Gregorio Rodríguez, párroco de Nueva Segovia; Leonardo Guevara y Jaime Montesinos siguieron los mismos pasos de un obispo, como José Leonardo Urbina, quien fue condenado a 30 años de prisión por presunta agresión sexual. El párroco del Perpetuo Socorro de Granada sufrió un proceso marcado por irregularidades.
ya la semana pasada, Corte Interamericana de Derechos Humanos El gobierno sandinista ordenó la liberación inmediata de Monseñor Álvarez, solo para encontrarse en una «situación de peligro que causa un daño irreparable a su vida, salud e integridad personal». Lula da Silva, presidente Brasilanunció que exigiría su liberación a Ortega tras su encuentro con el Papa en Roma.
La firme posición del obispo de Matagalpa hizo imposible obtener la ventaja política que pretendía lograr Daniel Ortega al enviar a la flor y nata de la disidencia nicaragüense a Estados Unidos, lo que enfureció al dictador, quien lo calificó de loco y demente. «tener el coraje de Cristo que soportó la crucifixión».
Retiro de la nacionalidad
La sentencia dictada por los tribunales sandinistas ascendió a 26 años y 4 meses de prisión, además de la retirada de la ciudadanía. Este es el precio que pagan en Nicaragua quienes se atreven a oponerse a Ortega. La acusación inicial contra Álvarez fue una conspiración para socavar la unidad nacional y difundir noticias falsas, a lo que agregó traición.
De los más de 10 meses que Bishop pasó en prisión, los primeros cuatro los pasó en una prisión secreta del gobierno. Desde 2018, cuando estalló la revuelta popular contra Ortega, el gobierno sandinista ha perseguido y hostigado a la Iglesia católica, llegando incluso a prohibir las procesiones de Semana Santa.
El bloqueo impuesto por la revolución a la Iglesia, a la que acusa de financiarse con dinero procedente del blanqueo de capitales, es una de las bazas que le juega Ortega en la mesa de negociaciones con el Vaticano. La confiscación de bienes, el congelamiento de cuentas bancarias, el cierre de radios e instituciones católicas, así como la rápida expulsión de grupos de monjas son parte de la estrategia del gobierno contra la Iglesia.
El dictador Ortega y su esposa copresidente rosario murilloCentraron sus ataques en la Iglesia Católica porque es la única institución que permanece en pie dentro del país. Disidentes, activistas, disidentes y gran parte de la sociedad civil se vieron obligados a exiliarse o exiliarse.
«No temáis a los que matan el cuerpo. Ellos calumnian, encarcelan, destierran y matan. Podrán matar el cuerpo, pero no los ideales y la fe. Podrán acabar con la vida del apóstol, pero no podrán silenciar la palabra liberadora del Evangelio», repetía monseñor Báez en sus homilías, criticando la dictadura.