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QUIÉN. El director del Hospital Xiangyang de la provincia china de Hubei fue detenido esta semana por vender certificados de nacimiento y registros de vacunación infantil falsificados a agencias que trafican con bebés.

POR QUÉ. Es la última trama de una amplia red que ha sido noticia en los últimos años por detenciones de doctores y funcionarios públicos que vendían partidas de recién nacidos por alrededor de 13.000 euros.

En China se dieron cuenta de que tenían un problema importante con la trata de niños en la década de 1980. La introducción de la política de un solo hijo disparó la oferta de críos vendidos a pie de calle porque sus padres no podían afrontar la multa que suponía saltarse las cuotas de planificación familiar. O simplemente porque, en una sociedad que daba prioridad absoluta al varón, la que nacía era una niña y sus progenitores decidían desprenderse de ella.

Las agencias que traficaban con los bebés, al principio, iban puerta por puerta comprando niños. Cuando no los encontraban, directamente los robaban. Luego, comenzaron a moverse por el ciberespacio, abriendo grupos clandestinos de adopción dentro de foros y de muchas de las plataformas de redes sociales más importantes del país. Simplemente filtrando las búsquedas con palabras como «adoptar», ya aparecían algunos resultados.

Hace un par de años, Sixth Tone, un diario de Shanghai, contactó con varios vendedores que ofrecían bebés por 90.000 yuanes, que al cambio son alrededor de 12.000 euros. «Nuestra investigación reveló cómo las principales empresas de Internet de China se han convertido en conductos para prácticas de adopción ilícitas que ponen a los niños en riesgo de abuso«, rezaba la publicación.

En QQ, una aplicación de mensajería que pertenece a Tencent, uno de los titanes tecnológicos chinos, filtrando la búsqueda con «certificado de nacimiento», saltan todavía algunas listas con agentes que ofrecen ayuda a los clientes para obtener los documentos necesarios y convertirse legalmente en padres de un niño. Es decir, que consiguen partidas de nacimiento firmadas por médicos. Esto forma parte de una amplia red que ha sido noticia en los últimos años por detenciones de doctores y funcionarios públicos. La última trama se destapó hace unos días.

En Hubei, una provincia en el centro de China, el director del Hospital Xiangyang, Ye Youzhi, fue detenido por vender certificados de nacimiento y registros de vacunación infantil falsificados a agencias que trafican con bebés. El caso se destapó gracias a la denuncia de un activista llamado Shangguan Zhengyi, quien contó que llevaba un año infiltrado como trabajador del hospital. Shangguan publicó en redes sociales una serie de registros que vinculaban a Ye con estos certificados, que se vendían por alrededor de 13.000 euros cada uno.

«El director colaboraba con varios intermediarios y utilizaba plataformas de redes sociales. Los clientes sólo necesitaban proporcionar su información personal y pagar el dinero que les pedían para obtener un conjunto completo de registros auténticos creados por el hospital, incluyendo atención prenatal, hospitalización, parto y alta», relata Shangguan, quien asegura que otros trabajadores del centro también se llevaban comisiones por facilitar estos certificados.

«Funcionaban como una mafia, con agencias que venden bebés recién nacidos por todo el país. Normalmente, los compran directamente a los padres. Aunque también tienen conexiones con otros hospitales que mienten a las madres diciéndoles que sus hijos han nacido muertos«, sentencia.

El lunes, la policía detuvo a otras seis personas relacionadas con una trama que se extiende por una decena de provincias de todo el país. Los investigadores también están conectando este caso con un mercado clandestino en auge de gestación subrogada, que es ilegal en China y que recurre a estos certificados de nacimiento falsos para regular la situación de los bebés.