Un joven radicalizado y vigilado por los servicios de inteligencia, un padre expulsado del país por el mismo motivo, un hermano que cumple condena por terrorismo… Dos días después del apuñalamiento de un profesor en Arras, al norte de Francia, se van conociendo más detalles sobre el agresor y su familia. Y surge la pregunta: por qué no se evitó el ataque, teniendo en cuenta el perfil del asaltante y su familia.

Mohamed M. de 20 años, estaba radicalizado y fichado por ello. Su familia era conocida por los servicios de inteligencia y, de hecho, su hermano mayor cumple condena por apología del terrorismo y por haber participado en un intento de atentado contra el Elíseo, según ha confirmado el ministro del Interior, Gérald Darmanin.

Crecen las críticas al Gobierno por estas grietas en la vigilancia del detenido. El presidente de Reagrupamiento Nacional, Jordan Bardella, ha pedido la dimisión de Darmanin. El ministro no cree que haya habido «un problema con los servicios de inteligencia». En rueda de prensa, el sábado recordó que se desmantela un ataque terrorista cada dos meses. Darmanin dijo también que a partir de ahora Francia expulsará a todos los extranjeros que tengan un perfil sospechoso.

La familia del atacante, de origen ruso, llegó a Francia en 2008, cuando el agresor era un niño. La familia había solicitado una demanda de asilo, que fue rechazada, y hubo una orden de expulsión en 2014, que finalmente no se ejecutó. A pesar de su perfil, Mohamed no podía ser expulsado porque llegó a Francia antes de cumplir 13 años, por lo que se beneficiaba del régimen de protección que establece la ley para los extranjeros menores.

Estuvo escolarizado en el instituto donde apuñaló al profesor el viernes. Vivía en un núcleo familiar muy radicalizado. Está su padre: fichado por los servicios de inteligencia por radicalización y con una orden de expulsión del territorio francés en 2018. Según Le Figaro, frecuentaba webs islamistas y pegaba a su madre.

También está su hermano mayor, que cumple condena en la prisión de la Santé, en París, por apología del terrorismo y por haber participado en un intento de atentado contra el Elíseo. El teléfono de Mohamed estaba pinchado, pero los investigadores han explicado que sus conversaciones no mostraban indicios de que pudiera pasar al acto. El jueves fue sometido a un control policial, pero tampoco se detectó nada raro.

Marc (nombre ficticio) iba a clase con Mohamed. El viernes estaba tras el cordón policial que protegía el instituto donde ambos estudiaron, hablando con otros amigos, sin explicarse muy bien «cómo Mohamed ha podido hacer eso». «Nunca dijo nada contra Francia, nunca hizo nada que nos hiciera pensar que podía hacer una cosa así», dice el chico, de 21 años.

Este domingo se ha celebrado en Arras una concentración en homenaje al profesor fallecido: Dominique Bernard, de 57 años. Hay una decena de personas bajo custodia policial, de las cuales dos han sido liberadas este domingo. Siguen detenidas la hermana del atacante, también su madre y su tío. El agresor se muestra «poco colaborativo» y no ha querido explicar a los investigadores las motivaciones de su ataque.