El drama en el hospital de Al-Ahli en Gaza ha provocado una ola de indignación en Oriente Próximo, con protestas multitudinarias frente a edificios consulares de Israel, Estados Unidos y Francia. El bombardeo ha causado al menos 500 fallecidos -según datos facilitados por Hamas que no han sido verificados de forma independiente- al impactar contra un centro hospitalario que se encontraba abarrotado de gazatíes que buscaban refugio tras la orden de Israel de evacuar el norte de la Franja, ante la inminente ofensiva terrestre de Benjamín Netanyahu.

Tras el ataque, un goteo constante de gente se acercó al consulado de Israel en Estambul con banderas turcas y palestinas, gritando eslóganes de «genocida». Los manifestantes lanzaron objetos y petardos contra el edificio, aunque fueron sofocados por la policía, que lanzó gases lacrimógenos. La protesta se extendió hasta la capital, frente a la embajada israelí en Ankara y también en Malatya, en el sureste del país.

Ahí, en la localidad de Kürecik, Estados Unidos tiene una instalación militar, que fue atacada por una muchedumbre que gritaba consignas por Palestina. La gendarmería y la gobernación provincial acudieron al lugar a reunirse con varias organizaciones islamistas que habían convocado la protesta para rebajar las tensiones. El partido del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, el islamista AKP, declaró tres días de luto por la masacre en el hospital.

En Amán los manifestantes también intentaron asaltar la embajada de Israel, coreando consignas de apoyo a Hamas y pidiendo el cierre del edificio diplomático. La policía dispersó el encuentro con gases lacrimógenos. Poco antes de la protesta, las autoridades jordanas anunciaron la cancelación del encuentro con el presidente estadounidense, Joe Biden, que visitó este miércoles Israel para reiterar su apoyo a Netanyahu.

En el encuentro cancelado de Amán estaba previsto que acudiera el presidente de la Autoridad Palestina, Abu Mazen, que ha recibido fuertes críticas en los territorios palestinos por su supuesta falta de autoridad y su trato con las autoridades israelíes en Cisjordania. En varias ciudades de este territorio, se produjeron protestas multitudinarias horas antes del ataque en el hospital de Gaza, pidiendo la dimisión de Mazen.

Las fuerzas de seguridad palestinas dispararon granadas paralizantes y gases lacrimógenos para reducir las protestas. Durante la mañana del miércoles, miles de comercios, escuelas y universidades se unieron a una huelga general en protesta por los bombardeos israelíes en Gaza. «La huelga se extendió por las gobernaciones de Cisjordania para denunciar la actual agresión israelí«, informó la agencia de noticias palestina Wafa. Los manifestantes corearon de nuevo eslóganes contra Israel pero también contra la Autoridad Palestina. Las fuerzas de seguridad palestinas dispersaron las protestas con fuego real, hiriendo al menos a una persona en Tubas. Imágenes de la cadena Al Jazeera mostraron un vehículo blindado que casi arrolla a los manifestantes en Ramala. También se produjeron enfrentamientos con armas de fuego en Jenin, Nablus, Hebrón y Tulkarem. En Cisjordania también se está produciendo una escalada de ataques de tropas y colonos israelíes, que han causado la muerte de 62 palestinos.

En los países cuyos gobiernos apoyan abiertamente al grupo palestino Hamas, el ambiente aún es más tenso. En el Líbano, donde el partido chií Hizbulá -aliado de Hamás junto a Irán- tiene un gran poder en el Gobierno y en las calles, convocó un «día de ira» este miércoles y llamó a los musulmanes de todo el mundo a salir a la calle a protestar contra Israel.

«Llamamos a los pueblos de nuestra nación árabe e islámica a tomar medidas inmediatas en las calles y plazas para expresar una ira extrema y presionar a los gobiernos y estados», señaló en un comunicado. «(Hoy será) Un día de ira sin precedentes contra el enemigo y sus crímenes y contra la visita de Biden en la entidad sionista (Israel) para cubrir y proteger a esta entidad criminal», añade la nota. Anoche cientos de manifestantes se enfrentaron a las fuerzas de seguridad libanesas frente a la embajada de Estados Unidos en Awkar, a las afueras de Beirut.

Imágenes en redes sociales muestran a una muchedumbre arrojando piedras contra el edificio e incendiando unas instalaciones en los alrededores. Los manifestantes, enarbolando banderas palestinas y de Hizbulá, corearon «muerte a Estados Unidos» y «muerte a Israel». Washington respondió con una alerta de viaje para sus ciudadanos y recomienda no visitar el Líbano, al tiempo que autorizó la salida voluntaria y temporal de familiares del personal diplomático estadounidense.

Otra muchedumbre se concentró e intentó atacar la embajada de Francia en Beirut. Durante la jornada del miércoles, estudiantes universitarios y profesores se declararon en huelga para protestar contra el ataque en el hospital gazatí. Decenas de jóvenes se reunieron de nuevo frente a la embajada de Estados Unidos, en una protesta que las fuerzas de seguridad sofocaron con cañones de agua.

En Irán, las protestas se extendieron en seis ciudades del país, aunque la mayor concentración se produjo en la Plaza Palestina de Teherán, donde los manifestantes marcharon hasta la embajada de Francia. La muchedumbre gritó «muerte a Francia e Inglaterra» y lanzaron huevos y piedras contra el edificio diplomático francés. Horas antes del ataque en el hospital de Gaza, el líder supremo iraní, Ali Jamenei, advirtió que si continúan los ataques en territorio palestino, «nadie será capaz de parar a los musulmanes y a las fuerzas de resistencia». La ira contra Israel se extendió anoche a varios países del norte de África, con protestas en Libia, Marruecos, Túnez y Egipto. Los ataques aéreos israelíes han causado al menos 3.478 muertos y más de 12.000 heridos palestinos.