La renuncia de la ministra de Producción, Sandra Bellande, ha vuelto a la realidad a la presidenta Dina Boulwart. Atrapados en el punto muerto de la crisis peruana. El mandatario incluso fue testigo de cómo la noche del martes regresaban las protestas violentas al centro de Lima, cerca de la Casa de Pizarro.
Esta será la séptima remodelación de gabinete en menos de dos mesesQue tampoco será la última, según filtraciones desde dentro de los propios ministerios. La dura postura de Boulwart, en sus comparecencias ante la prensa extranjera, contradecía lo publicado en el diario Repúblicaquien lo revelo El presidente ha intentado dimitir dos veces Pero fue convencida en el último momento por su primer ministro y hombre de confianza, Alberto Otarola.
Y el propio primer ministro acudió el martes al Congreso para presentar un proyecto de ley que avanzaría con las elecciones generales, tanto presidenciales como parlamentarias, este año, y no en abril de 2024, como se esperaba. La idea es convocar la primera vuelta electoral en octubre, la segunda en noviembre y un cambio de liderazgo en Navidad.
Los intereses políticos y personales de los congresistas, el organismo más criticado hoy en el Perú, Incluso pusieron en peligro la celebración de elecciones el próximo añoen un intento suicida de acabar con la actual legislatura en 2026, tal y como estaba previsto cuando Pedro Castillo llegó al poder en 2021. Algo que hoy parece alejado de la realidad.
La profunda crisis política y social provocada por el fallido golpe de Estado del candidato del Partido Marxista-Leninista Piero Liber (PL) Ya se ha cobrado la vida de al menos 60 personas.víctimas de la opresión y la violencia. Diversas organizaciones estiman que durante los enfrentamientos murieron 45 civiles, la mayoría por proyectiles disparados por la policía y el ejército, un suboficial que fue calcinado por una multitud y otras 14 personas que quedaron atrapadas en los tranques levantados por los manifestantes. Entre ellos se encontraban cuatro migrantes haitianos que contrajeron «enfermedades pulmonares» a una altitud de 4.000 metros sobre el nivel del mar y no pudieron obtener atención médica.
Perú está en llamas de nuevo, Un gobierno que no tiende puentes y cree que la represión es la única solución Y su oposición tiene exigencias justas, pero está infiltrada por fuerzas violentas que se niegan al diálogo”, resumió la historiadora Carmen McEvoy.