La penúltima trampa electoral de la Revolución Bolivariana, la inhabilitación de la candidata conservadora María Corina Machado, desató una ola de respaldo y respaldo dentro y fuera de Venezuela. A uno de esos mensajes de solidaridad, el candidato conservador respondió: “El poder que ha despertado no se dejará intimidar por las acciones desesperadas del régimen. Al contrario, ¡este está cobrando nuevas y fortalecidas energías!”.
Machado no solo encabezó todas las encuestas, sino que logró galvanizar a la sociedad venezolana, harta de las luchas internas de la oposición y harta de la desgracia que ha vivido desde que en 2013 llegó al poder el “presidente del pueblo”.
“Estas medidas, dictadas por la Contraloría General de la República, son inconstitucionales y contrarias a los estándares internacionales de derechos humanos. No constituyen un obstáculo para la participación en la educación primaria” Buen puerto en las elecciones internas de la oposición, previstas para octubre. en el que se determinará el rival de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de 2024.
La mayoría de los opositores a Machado precisamente en esas elecciones primarias mostraron públicamente su solidaridad con la coordinadora de Vente Venezuela. «Esta exclusión, al igual que nuestros otros líderes de la oposición, esIlegal, injustificado y sobre todo inconstitucional. Maduro y las instituciones que controla están siguiendo el peor camino al diseñar elecciones que solo conducirán a más crisis económicas, sociales y políticas”, protestó Henrique Capriles, quien no logró lanzarse a las urnas.
Capriles y Freddy Superlano, plusmarquista de Voluntad Popular (VP), fueron descalificados tras el exilio de Juan Guaidó. Superlano ya se retiró a fines de 2021 con su victoria electoral en la provincia de Barinas.
exclamó Andrés Velásquez, candidato de Lacosa R.
Al continente también viajaron apoyos, entre ellos el del presidente colombiano Gustavo Petro, aliado de Maduro desde que llegó al poder el año pasado: “Ninguna autoridad administrativa debe quitarle los derechos políticos a ningún ciudadano”.
Luis Almagro, Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA); Los exjefes del Grupo Idea y del gobierno estadounidense, entre otros, también mostraron su desaprobación, lo que provocó una respuesta muy extraña de Caracas, que ignoró las palabras de su aliado colombiano y criticó el «nuevo intento de intervención» de Washington contra » la fuerte y heroica democracia participativa de Venezuela».
En Europa, un grupo de eurodiputados alertó horas antes del anuncio de la Contraloría de lo que está por venir. En España, líderes políticos como Alberto Núñez Viejo y Santiago Abascal se han sumado a la larga lista de solidaridad con la democracia venezolana.
La estrategia implementada por el chavismo, que incluye imponer una nueva regla electoral bajo la atenta mirada de Celia Flores, esposa de Maduro, no es nueva. También incluye la captura de partidos políticos para entregarlos a los caciques aliados.
El nicaragüense Daniel Ortega, estrecho aliado de Maduro, ya la ha impuesto por la fuerza de cara a las elecciones presidenciales de 2021: siete candidatos opositores han acabado en prisión. Cualquiera de ellos podría haberlo derrotado en las urnas. Las dos revoluciones conocen de cerca esta estrategia implementada por Vladimir Putin en las elecciones rusas.