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«¡Qué historia tan grande hemos vivido y la que aún estamos por construir y vivir!». Nicolás Maduro aleccionó al chavismo desde el púlpito de su propaganda en el día grande de la revolución, que este domingo sirvió para festejar el aniversario del fracasado golpe de Estado contra el socialdemócrata Carlos Andrés Pérez y también el 25º aniversario del acceso bolivariano al poder.
El Día de la Dignidad Nacional, como se recuerda oficialmente a la asonada militar que fracasó en la toma de la Presidencia y en los cuatro intentos de magnicidio en un solo día, sirvió sobre todo como pistoletazo de salida para la campaña presidencial de Maduro en año electoral. De eso trataba el nuevo capítulo de apología golpista, además de mitigar la repercusión del acto liderado por María Corina Machado en Calabozo, municipio llanero en una de las zonas más maltratadas del país.
La Furia Bolivariana, término acuñado por el propio presidente, llegó distribuida en autobuses con dirigentes, funcionarios, milicianos y la exigua sociedad civil que le queda al oficialismo desde todos los puntos del país. Distintos riachuelos humanos se concentraron alrededor del Cuartel del 4F en el bastión revolucionario del 23 de Enero. En su interior, refugio del teniente coronel levantisco en 1992, descansan los restos del comandante eterno.
Bien temprano, bajo una espesa capa de calima, los soldados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana salieron a trotar con sus banderas, para dejar claro que son ellos (sus generales) quienes aseguran al sucesor de Chávez en el poder. «Nunca más será necesaria una rebelión», aseguró el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López. De los 261 presos políticos contabilizados por el Foro Penal, 146 son militares.
La marcha bolivariana se estiró hasta el Palacio de Miraflores para escuchar la arenga del día de Maduro, que no defraudó. «Tenemos el récord mundial de elecciones en el mundo, 30 elecciones y 28 triunfos por el pecho para que respeten. Siempre salimos a ganar, como nos las pongan, cuando nos las pongan», aseguró.
Los más animados acompañaron al hijo de Chávez con aquella famosa frase de «10 millones por el buche», el soñado techo electoral de la revolución que nunca llegó hasta el plebiscito patriótico de diciembre. Transcurridos dos meses, ni siquiera hay resultados mesa por mesa del referéndum, a la postre uno de los mayores fraudes de la Historia: expertos y oposición calculan que el chavismo sumó ocho millones de votos hasta los 10 finales pese a que los centros electorales estuvieron vacíos todos el día.
Para rematar la jugada, Maduro ha convocado para el lunes a sus aliados y a los colaboracionistas para imponer la fecha electoral que le resulte más conveniente. «Su maniobra es una ruta electoral fraudulenta que viola la voluntad de millones de venezolanos. Alerto sobre esta burda manipulación que reitera la violación del Acuerdo de Barbados«, denunció María Corina Machado, quien también este domingo recibió el respaldo de exiliados y emigrantes en distintos puntos del mundo, incluido Madrid.
Barbados contempla que las elecciones, en las que debería participar el candidato elegido en las primarias opositoras (Machado, con el 92,6% de los votos), se celebrarán en el segundo semestre. En las últimas horas se ha confirmado que un enviado de Joe Biden se reunió con el jefe de la delegación chavista tras la última arremetida revolucionaria, que incluye la inhabilitación de la líder liberal.