• Venezuela El chavismo anula las primarias opositoras y dinamita el acuerdo de Barbados

Nicolás Maduro no se conforma con dinamitar los acuerdos parciales de Barbados al ordenar al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que anule las primarias de la oposición, que apuntalaron el fenómeno político que hoy representa María Corina Machado. El presidente pueblo ha dado un paso más allá al acusar a la Plataforma Unitaria y a su propia líder unitaria, al ex prisionero político Leopoldo López y al ex gobernador Henrique Capriles, de violar los acuerdos de Barbados.

«La ultraderecha, son incorregibles. En su picardía de trampa y de maldad, de fraude y de violencia. Son antipatria, se les sale por los poros los vendepatrias. Firmamos un acuerdo para traerlos al redil de la democracia, pero se salieron de ahí y ahora empezaron una campaña contra el referéndum del Esequibo, que viola los acuerdos de Barbados y que ofende al pueblo», vociferó Maduro rodeado de los principales jerarcas del chavismo.

Otra vez el mundo al revés, esa dimensión desconocida que tanto gusta a la revolución, que además cuenta con una amplia experiencia a la hora de incumplir los acuerdos, incluso con su admirado Francisco. El Papa se quejó de la actitud de Caracas tras las conversaciones de 2016 y 2017, que acabaron con los líderes chavistas acusando a Pietro Parolin, mano derecha de Francisco, de ser un fascista. La misma acuñada hoy contra Machado.

En esta ocasión, la estrategia revolucionaria pasa por aprovechar el sentimiento nacionalista en torno al territorio fronterizo del Esequibo, en disputa con Guyana desde hace dos siglos y que administra Georgetown. Un territorio olvidado por Hugo Chávez y por el propio Maduro durante dos décadas, al tratarse Guyana de un aliado histórico de Cuba y por formar parte de la comunidad caribeña, a la que Caracas siempre ha acudido para conseguir apoyos internacionales.

Las tornas han cambiado tras los millonarios descubrimientos energéticos en el Esequibo, que han torcido la estrategia chavista con respecto a Guyana, a cuyo presidente Maduro acusa de ser un «pelele a sueldo de la Exxon Mobil», petrolera estadounidense responsable de los hallazgos del oro negro. El Gobierno bolivariano ha convocado un referéndum para el 3 de diciembre acerca del Esequibo, cuando la opinión en el país acerca de la venezolanidad del territorio en disputa es unánime. Algo así como plantear una consulta en España para que los ciudadanos voten si la tortilla de patata es española o no.

«Maduro intenta inyectar esteroides nacionalistas a su campaña por la reelección y desea polarizar una opinión pública que sigue a la estela de los efectos de las primarias y la elección de un nuevo liderazgo opositor. Desea unir, en torno a su figura, uno de los puntos en la que coinciden la totalidad de los venezolanos: la herida fronteriza que hay al este de nuestro territorio. Nada como un conflicto fronterizo, con vocación bélica, para intentar lavar la cara y movilizar a los ciudadanos sometidos a una dictadura en sus horas más bajas de popularidad», subraya el sociólogo Gianni Finco, que ha constatado cómo desde la propaganda bolivariana ya se compara el caso del Esequibo con las Malvinas argentinas.

La gran pregunta es cómo reaccionará Washington, aliado además de Guyana, tras la embestida chavista contra las primarias y cuando todavía no ha cumplido con lo exigido de cara al ultimátum que acaba el 30 de noviembre: la rehabilitación de Machado y la excarcelación de los presos políticos de origen estadounidense. Fuentes de la oposición confirmaron a EL MUNDO que miembros de las dos delegaciones, gubernamental y opositora, se han reunido con enviados estadounidenses en las últimas horas.

«El Gobierno estadounidense va a tener mucha cautela en su respuesta. El ultimátum es relevante porque podría afectar la disposición de Estados Unidos de otorgar concesiones adicionales, que ya ha conversado con Maduro. Por ende, el escenario más probable es que si no hay avances en términos de un proceso para la revisión de las inhabilitaciones y más liberaciones de presos políticos, podrían frenarse posibles concesiones adicionales, pero se mantendría la licencia al sector petrolero venezolano hasta abril de 2024«, avizora para este periódico Mariano de Alba, asesor senior del Crisis Group.

Pero si hay un factor de peso en este entramado inmerso también en la geopolítica mundial, ese es el del peso de los emigrantes ilegales en Estados Unidos. Caracas recibió el martes el tercer vuelo con deportados, procedentes de Texas. «La disminución en un 50-60% de la entrada de venezolanos en EEUU desde que se acordaron los vuelos de repatriación reduce el margen de acción de Biden», constata De Alba.

Es precisamente la actitud de Washington, según aseguró el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, la que ha empujado al Ejecutivo español a apostar por el perdón para los 55 chavistas (jerarcas, generales, torturadores y colaboracionistas) sancionados por Europa. Precisamente uno de ellos, el falso opositor José Brito, fue quien reclamó al TSJ que anulara las primarias del 22 de octubre.