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El «premier» Rishi Sunak ha dado un impulso al rearme nuclear con el destino del 800 millones de euros (una cuarta parte aportada por el propio Gobierno) para potenciar las defensas del Reino Unido frente a la creciente amenaza de Rusia. A su paso por Barrow-in-Furness, Sunak proclamó el «esfuerzo nacional» para relanzar la industria nuclear con fines civiles y de defensa, con la creación de 40.000 puestos de trabajo en la próxima década.

«En un mundo cada vez más peligroso y disputado, el Reino Unido considera que la disuasión nuclear en el Sunak es más vital que nunca», declaró el «premier» en los astilleros donde se construyen los submarinos nucleares de la clase Astute de la Royal Navy, los sumergibles equipados con misiles balísticos Trident de la clase Dreadnought y los he SSN-AUKUS, como parte del acuerdo defensivo del Pacífico Sur que participan Australia y Estados Unidos.

El Gobierno británico ha firmado acuerdos con BAE Systemas, Rolls-Royce, EDF y Babcock para potenciar el «hub» nuclear de Barrow-in-Furness, la ciudad portuaria de 50.000 habitantes en Cumbria especializada desde hace más de un siglo en la construcción de submarinos.

Sunak asistió a la «botadura» de Barrow como el embrión de «la futura generación de nuestras empresas nucleares, para garantizar nuestra seguridad, para procurar también la seguridad energética y para mantener la factura eléctrica a precios bajos». Fue la primera de una serie de intervenciones a lo largo de la semana con las que el líder conservador confía en impulsar la campaña en las elecciones locales del 2 de mayo y recorta la desventaja de 20 puntos frente al Partido Laborista.

El secretario de Defensa, Grant Shapps, aprovechó entre tanto la ocasión para presentar el Documento de Mando de la Empresa Nuclear de Defensa, con la aportación de 3.500 millones de euros extras para la entrada en servicio de los submarinos de la clase Dreadnought para el 2030 y la estrecha cooperación con los socios del pacto AUKUS.

«La visión a largo plazo adelantada en este documento nos permitirá construir la infraestructura necesaria para desarrollar estos importantes programas de seguridad», declaró Charles Woodburn, de BAE Systems, ante las recientes críticas por la obsolescencia y falta de capacidad del ejército británico ante la amenaza de Rusia.