Buenos Aires es hoy escenario de una película con un sobretexto: Asesinan a un chofer de bus, se declaran en huelga choferes de 80 líneas de buses metropolitanos, se cierra la principal avenida de la ciudad y el vecino ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, que al parecer Hablado con los conductores, fue recibido con un puñetazo brutal en la cara. Empapado en sangre, permaneció durante media hora frente al muro mientras lo insultaban bajo protección policial en la capital argentina.

«¡No soy un mentiroso!»El secretario peronista de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, se defendió ante los gritos y acusaciones de los choferes de colectivos conocidos como «colectivos» en Argentina. Y los conductores insistieron: «¡No mientan, no mientan!»

« ¡Mentiroso, descarado, hijo de puta! Los conductores le gritaron a Bernie, que todavía estaba contra la pared. ClarínEl ministro fue recibido por una lluvia de botellas y proyectiles durante varios minutos mientras lanzaba un grito contra los políticos en general: «¡Que se vayan todos, que no quede ni uno!». Es este grito el que reunió a las masas durante el colapso. sufrido por el país en diciembre de 2001.

Bernie es un funcionario de alto rango con gran atención pública, un peronista de derecha que es cercano a Christina Kirchner -aunque suene paradójico- y coquetea con la idea de postularse para presidente.

«La presencia de Bernie fue una provocación»señaló el canal de noticias LN+ ante el evento de hoy que dominó las pantallas de todas las televisiones del país.

La inseguridad crece en la provincia de Buenos Aires, la más grande, poblada y rica del país, y los conductores de colectivos son objeto frecuente de robos, asaltos y asesinatos. Agotados y desesperados tras el asesinato la semana pasada de un conductor de 65 años que estaba a punto de jubilarse, los conductores de autobuses del distrito occidental del conurbano bonaerense bloquearon General Paz, el equivalente madrileño de la M-30, para expresar su protesta.

A medida que avanzaba el día, era más probable que los conductores de más líneas de autobuses se unieran a la huelga. El lunes violento se desarrolla en un contexto de intensa tensión social en el país, donde la tasa de inflación ha superado el 100 por ciento anual y la tasa de pobreza se acerca al 40 por ciento, afectando a cerca de 19 millones de los 46 millones de habitantes del país.