Australia rechazó este sábado en un referendo una propuesta para modificar la Constitución de 1901, que tenía el objetivo de crear un organismo consultivo que diera voz a los indígenas ante el Legislativo y el Ejecutivo en asuntos que les competen.
Con más del 70 % del escrutinio, el No gana con un 59,8 %, mientras que el Sí obtiene un 40,2 % y, además, se impone en al menos cinco de los seis estados del país, según los resultados preliminares de la Comisión Electoral Australiana.
De acuerdo con la normativa sobre referendos en Australia, para que prosperara la enmienda constitucional debía lograr la mayoría de los votos emitidos en la nación y además haber conseguido la victoria en cuatro de los seis estados que conforman Australia.
El cómputo comenzó tras el cierre de más de 8.000 colegios electorales a las 18.00 (07.00 GMT) en varias jurisdicciones de la costa este australiana, tras diez horas de jornada.
La propuesta para el reconocimiento de los indígenas era una promesa electoral del primer ministro, Anthony Albanese, y formaba parte de la Declaración de Uluru desde el Corazón, que nació en 2017 tras una convención indígena que proponía cambios constitucionales.
Al revelarse los resultados preliminares, Albanese, para quien el resultado es un revés significativo, afirmó que se trata de «una noche difícil» para muchos indígenas australianos.
«Aunque el resultado de esta noche no es el que yo esperaba, respeto absolutamente la decisión del pueblo australiano y el proceso democrático que la ha tomado», precisó el mandatario en una rueda de prensa en el Parlamento de Camberra, con la voz entrecortada en ocasiones.
Albanese había pedido este sábado a sus compatriotas que hicieran «historia» en el referendo y votaran Sí al comenzar la jornada de voto en Australia, la única nación industrializada con pasado colonial que no reconoce a los indígenas en su Constitución.
No obstante, este cambio constitucional era una tarea difícil, ya que en los 44 referendos anteriores celebrados en Australia, solo ocho prosperaron, entre ellos el de 1967, en el que un 91 % de los australianos apoyó la propuesta para que se legislara incluir a los indígenas en los censos de población.
Las encuestas antes del voto ya habían apuntado hacia una oposición a la propuesta, con preocupaciones manifestadas acerca de su posible impacto en la sociedad y dudas sobre cómo iba a operar el organismo.
«Siéntete orgulloso de los 65.000 años de historia y cultura de los que formas parte, y del lugar que te corresponde en este país. Seguiremos adelante, avanzaremos y prosperaremos», subrayó hoy, embargada por la emoción, la ministra para los Indígenas Australianos, Linda Burney.
Los indígenas representan el 3,8 % de los más de 26 millones de habitantes que tiene Australia.
A través de esta iniciativa, el Gobierno proponía crear un organismo integrado por miembros elegidos por las comunidades indígenas denominado La Voz, para que ofreciera asesoría independiente al Ejecutivo y al Parlamento en asuntos vinculados a los pueblos originarios y así darles una mayor participación en la toma de decisiones.