descanso entre Cristina Fernández de Kirchner el presidente argentino, Alberto Fernández, protagonizó una manifestación pública frente a millones de espectadores: el vicepresidente prácticamente ignoró en todo momento al jefe de Estado, e incluso se negó exteriormente a servir agua en un vaso. En la política argentina, adicta a las imágenes y los gestos, el hecho desencadenó todo tipo de análisis y conclusiones.
Todo esto sucedió durante Parlamento El 1 de marzo de cada año marca el inicio del año parlamentario en la tercera economía más grande de América Latina. Tradicionalmente, el Presidente entrega un mensaje sobre el balance de la gestión y los planes a futuro, en una sesión presidida por el Presidente del Senado, en este caso el Vicepresidente Fernández de Kirchner.
Desde el inicio, casi no hubo intercambio de miradas entre Fernández y Kirchner, y con el paso de los minutos, la frialdad se convirtió en lo que parecían signos de desaprobación, el presidente y el vicepresidente evitaron mirarse, pero hubo un gesto. eso parecía ilustrar la relación entre ambos: cuando se sentaron, la vicepresidenta se negó a que la presidenta llenara un vaso con agua mineral. Con la mano le hizo señas de que no lo hiciera y que bebiera tranquilamente. Su botella”, escribe el diario. descrito «La Nación»
El accidente ocurrió en el estrado de los testigos CongresoFrente a todos los senadores y diputados, excepto un legislador: Máximo Kirchner, hijo del dos veces presidente, separado de Fernández y que prefirió ausentarse. El evento fue transmitido en vivo por una cadena nacional, lo que garantizó un millón de espectadores.
C5N News Network contactó a uno de los secretarios privados del vicepresidente, quien negó que el «no» al agua de Fernández fuera un gesto de desaprobación del presidente: «Nada especial, no quería (el agua)».
Los dos Fernández no se veían en público desde julio de 2022, cuando, durante un acto en la petrolera YPF, el vicepresidente exigió al presidente el uso de «la lapicera» (la pluma) y la práctica de gobierno.
Tres meses después, luego del atentado a Fernández de Kirchner, el Presidente la visitó en su departamento del microcentro porteño. Según medios locales, la comunicación entre el presidente y su vicepresidente se ha cortado: en los últimos dos meses solo han intercambiado dos mensajes a través de la aplicación de chat Telegram.
Parte del enfado de Fernández de Kirchner con Fernández se debe a los malos resultados de su gestión, con una inflación anual cercana al cien por ciento y una tasa de pobreza superior a 40, pero también a su idea de buscar la reelección a finales de la Este año un plan que muchos peronistas consideran un suicidio político. Fue Fernández de Kirchner quien, en mayo de 2019, sorprendió con su reserva para el cargo de vicepresidente y la nominación de Fernández para la presidencia.
El mandatario, que fue condenado dos veces en diciembre por peculado del Estado, fue condenado a seis años de prisión y despojado definitivamente de su cargo público, en un fallo apelable. La próxima semana el tribunal que la juzgó dará a conocer los motivos del veredicto.