Miles de personas se manifestaron el lunes por la noche en la capital de México para exigir justicia para Jesús Ociel Baena, una influyente figura Lgtbi que ha aparecido muerta en su casa en la ciudad de Aguascalientes, en el centro del país, tras recibir amenazas de muerte. Baena fue la primera persona abiertamente no binaria en asumir un cargo judicial en México, en el Tribunal Electoral estatal de Aguascalientes, y rompió otras barreras en un país donde los miembros de la comunidad Lgtbi son a menudo objeto de violencia.
La fiscalía general estatal confirmó que Baena fue encontrado muerto el lunes por la mañana junto a otra persona, a la que la prensa local y grupos defensores de la comunidad identificaron como su pareja, Dorian Herrera. El fiscal estatal Jesús Figueroa Ortega dijo en una rueda de prensa que las víctimas presentaban heridas aparentemente causadas por un cuchillo o algún otro objeto afilado.
«No hay huellas ni indicios para poder determinar que una tercera persona diferente a los fallecidos estuviera en el lugar del crimen», declaró. La sugerencia del suicidio como una posible hipótesis en las muertes desató rápidamente la indignación y los grupos Lgtbi apuntaron que se trataba de otro intento de las autoridades de ocultar la violencia contra la comunidad. Personas que conocían a Baena dijeron que en las últimas semanas se mostraba alegre y hablaba con pasión sobre el futuro.
La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del país, Rosa Icela Rodríguez, señaló que las autoridades investigaban los hechos y aún se desconocía «si se trata de un homicidio o fue un accidente». Algunas investigaciones de homicidios en México han sido minimizadas rápidamente por las autoridades, que las han calificado como crímenes pasionales. Alejandro Brito -director del grupo Letra S, que defiende los derechos de la comunidad LGBTQ+- dijo que la presencia de Baena en redes sociales lo convirtió en un blanco, e hizo un llamado a las autoridades para que tomen en consideración ese contexto durante su investigación.
«Fue una persona que recibió muchos mensajes de odio, de amenazas de violencia, hasta de muerte. Entonces, es imposible investigar estos hechos violentos sin tomar en cuenta el contexto», dijo Brito. «Elle, magistrade, estaba rompiendo ese círculo de invisibilidad en que estaba encerrada esta comunidad».
Miles de personas se reunieron en el corazón de la Ciudad de México y encendieron velas sobre imágenes de Baena y de otras víctimas de la violencia contra las personas Lgtbi. Gritaron frases como «Justicia» y «No nos quedaremos callados», y exigieron una investigación exhaustiva de las muertes.
Baena hizo historia en octubre de 2022 al asumir el cargo de magistrado del tribunal electoral del estado de Aguascalientes. Se cree que fue la primera persona no binaria en Latinoamérica en asumir un cargo judicial. Baena rompió otra barrera en junio pasado, cuando formó parte de un pequeño grupo de personas en recibir los primeros pasaportes no binarios emitidos en México.
Baena publicaba con cierta regularidad fotografías en las que aparecía con falda, zapatos de tacón alto o con un abanico con los colores del arcoíris dentro de las oficinas del tribunal, además de realizar labores de activismo en redes sociales, donde tenía cientos de miles de seguidores.
«Soy persona no binaria, no me interesa verme mujer ni tampoco hombre, esa es una identidad, es mía y para mí, para nadie más», escribió Baena en la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter, en junio pasado.
El mes pasado, Baena recibió un certificado del tribunal electoral en el que se le reconocía con el pronombre de género neutro «maestre», un importante paso en el idioma español, que tradicionalmente tiene pronombres masculinos y femeninos. Aunque Brito dijo que México había dado pasos importantes para reducir los niveles de violencia contra la comunidad LGBTQ+ en las últimas décadas, su grupo registró un repunte de actos violentos en 2019, documentando al menos 117 asesinatos de lesbianas, homosexuales, bisexuales o personas transgénero en el país.
Muchos de ellos fueron homicidios grotescos, incluidos apuñalamientos y asesinatos en público. El Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra personas LGBT registró 305 crímenes violentos de odio contra minorías sexuales entre 2019 y 2022, incluyendo asesinatos y desapariciones, entre otros.Brito dijo que le preocupaba que la muerte de Baena pueda provocar más violencia contra la comunidad LGBTQ+.
«Si se trató de un crimen motivado por el prejuicio, ese tipo de crímenes siempre tienen la intención de lanzar un mensaje a las comunidades a las que pertenecían las víctimas. Siempre», dijo Brito. «Y el mensaje es de intimidación. Para decir: miren lo que les puede pasar si se hacen públicas sus identidades».