La crisis política y la ola de violencia en el Perú llevaron a la caída de los dos primeros jefes de gobierno. Se trata del expresidente del Gobierno, Pedro Angulo, y del exjefe de Interior, César Cervantes, ambos sustituidos esta mañana a sólo 11 días de su nombramiento.
La Presidenta Dina Boulwart decidió fortalecerse al ascender a su Ministro de Defensa, Alberto Otarola, al cargo de Jefe de Gobierno. Este es un abogado en el que puede confiar plenamente., quien también ejerció su defensa en el proceso parlamentario contra el primer mandatario. Otarola, considerado de centroizquierda, ya fue ministro de Defensa en uno de los gobiernos de Ollanta Humala, pero se vio obligado a renunciar cuando el parlamento se disponía a aprobar una moción de censura en su contra.
Durante la semana y media en que asumió el poder el primer gobierno tras el fallido golpe de Estado de Pedro Castillo, Otarola fue una especie de principal En la sombra, dada la poca importancia que tuvo su predecesor. La Presidenta ha adelantado que necesita a alguien que sea profundamente político más que técnico y que “también mire con sensibilidad las necesidades profundas del Perú”.
Al frente del Ministerio del Interior fue elegido mayor general retirado de la policía Víctor Rojas. La presión social ha retrocedido en los últimos días, tras recuperar el control de gran parte de las carreteras y aeropuertos cerrados que fueron tomados por los manifestantes. Actualmente, la cifra de muertos entre la represión y los enfrentamientos asciende a 26, en su mayoría jóvenes del sur de los Andes, la región olvidada del Perú. Además, se estima que cinco personas más fallecieron atrapadas en distintos puntos del país.
De esta forma, el segundo gabinete de Boluarte inicia su andadura con uno nuevo principalY cinco cambios de gabinete y un objetivo: liderar la transición hacia elecciones anticipadas previstas para abril de 2024 tras una votación en el Congreso el martes por la noche. En la votación final, 93 diputados apoyaron la celebración de elecciones generales en un plazo de 16 meses. Esta reforma constitucional necesita una segunda mayoría de votos el próximo año.
La gran incógnita es si este avance satisfará a quienes protestan en el sur andino. El partido marxista-leninista que defendió a Castillo en las elecciones presidenciales es precisamente Pero Liber, que votó en bloque contra la reforma. Su líder, Vladimir Cerrón, apuesta por imponer una Asamblea Constituyente que dicte una nueva Carta Magna, como lo establece el modelo bolivariano iniciado por Hugo Chávez.
Junto al PL, parte de la bancada popular de extrema derecha, encabezada por el nuevo alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, votó en contra. Alianza antinatural comenzó en el parlamento desde el séptimo golpe.
Entre los ministros confirmados por Bulwart se encuentra la canciller Ana María Gervasi, quien encabeza acciones diplomáticas contra gobiernos de Patria Grande que no solo no reconocen al presidente, sino que siguen apoyando al golpista Castillo. La Cancillería mexicana retiró a su embajador en Lima, Pablo Monroy, tras declararlo personalmente no deseado por las autoridades limeñas.
Uno de los motivos que provocó esta alarma fue el asilo otorgado a la esposa de Castillo, Lilia Paredes, y sus hijos pequeños, quienes ya habían llegado al país azteca tras refugiarse en la embajada de México. El Ministerio Público investigaba desde hacía meses a Paredes por ser uno de los cómplices de Castillo en la red de corrupción tejida al interior de la Casa de Pesaro.
La Cancillería peruana también elevó sus protestas ante las constantes declaraciones del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y del gobierno de Honduras, Xiomara Castro.