Solo han pasado tres días desde el brutal ataque con arma blanca a cuatro niños de entre dos y tres años y dos adultos en un parque infantil de la ciudad francesa de Annecy, situada a los pies de los Alpes, y el caso ya ha pasado a la arena política. . Dado que el atacante es un refugiado de origen sirio, algunos partidos han pedido una política de inmigración más estricta.que consideran demasiado indulgente.
El domingo Annecy se centró en el apoyo a las víctimas, con el alcalde de la ciudad, el ecologista François Astorgues, haciendo un llamamiento a no «ceder a la tentación del odio».
El domingo, la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, criticó el uso político del ataque. «Querer sacar lecciones cuando la investigación no está terminada no me parece un buen camino», dijo Born en una entrevista con France 3, en la que subrayó que hay muchos elementos que aún deben aclararse.
Los niños y uno de los adultos heridos permanecen en el hospital, aunque todos están fuera de peligro. El detenido, un sirio de 31 años con estatus de refugiado en Suecia, ya se encuentra en detención temporal. Está recluido en régimen de aislamiento por cargos de intento de asesinato. El sábado compareció ante los jueces de instrucción, pero no quiso prestar declaración. Tampoco quiso dar declaración a los clientes mientras estaba bajo custodia policial.
Los investigadores actualmente descartan que tuviera un móvil terrorista. Se le realizó un examen psiquiátrico, el cual dictaminó que había alterado sus capacidades mentales.
El atacante estaba en situación legal y se declaró cristiano. Había solicitado asilo en Francia a pesar de que ya tenía el estatuto de refugiado en Suecia. Por eso, el día del atentado, algunos líderes de extrema derecha ya cuestionaban la política migratoria del gobierno. Jordan Bardella, presidente de Agrupación Nacional, el partido de Marine Le Pen, dijo que habría que reconsiderar la política de acogida. El ultraderechista Eric Zemmour habló del «genocidio de los francocidios». Sin embargo, la mayoría de los niños abusados eran turistas.
Incluso Los Republicanos, un partido tradicional de derecha que es la clave para que una mayoría felina en el parlamento pueda aprobar sus leyes, ha cuestionado el tema de la inmigración. Uno de sus líderes, Eric Ciotti, contó lo sucedido con la política migratoria en Francia y en la Unión Europea, y pidió reunirse con el presidente Emmanuel Macron para tratar el tema.
El ataque del jueves y el debate político esperan un debate: Ley de inmigración que el Gobierno pondrá ante la Asamblea en otoño. La ley debería haberse discutido antes del verano, pero el Gobierno decidió posponerla por la falta de apoyo parlamentario y para no echar leña al fuego tras abrir la crisis al acordar la reforma del sistema de pensiones, que eleva la nivel de jubilación. Sus edades oscilaban entre los 62 y los 64 años, y esto generó una profunda crisis en el país.
Born Sunday, en la citada entrevista, indicó que el gobierno negocia con los republicanos un proyecto de ley para acelerar la expulsión de inmigrantes ilegales y de aquellos cuya solicitud de asilo ha sido rechazada.