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El Papa Francisco pidió este sábado 6 de enero por la paz en Oriente Próximo y en todo el mundo tras recordar el 60 aniversario del histórico encuentro en Jerusalén entre Pablo VI y el Patriarca ortodoxo Atenágoras, el primer paso hacia la superación de las diferencias existente durante siglos entre ambas iglesias.

«Recemos por la paz en Oriente Próximo, en Palestina, en Israel, en Ucrania, en todo el mundo», instó el Pontífice, que se refirió a las «tantas victimas de la guerra, tantos muertos y tanta destrucción» cuando se dirigió los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro tras el rezo del Ángelus, este sábado, por la celebración de la Epifanía.

Previamente, Francisco había recordado el histórico encuentro entre los dos líderes religiosos en 1964 y que está considerado el primer paso hacia la declaración del año siguiente en el cual la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa revocaron la excomunión recíproca que databa del 1054.

«Hace 60 años, justo en estos días, el papa san Pablo VI y el patriarca ecuménico Atenágoras se encontraron en Jerusalén, rompiendo un muro de incomunicación que durante siglos había mantenido alejados a católicos y ortodoxos», dijo el Pontífice. «Aprendamos de estos dos grandes de la iglesia y vayamos adelante en el camino de la unidad de los cristianos, rezando juntos, caminando juntos, trabajando juntos», añadió.

Y «pensando en aquel histórico gesto de fraternidad cumplido en Jerusalén recemos por la paz en Oriente Próximo, en Palestina, en Israel, en Ucrania, en todo el mundo», exhortó.

El 5 de enero de 1964 el patriarca Atenágoras visitó el papa Pablo VI, que se encontraba de viaje en Tierra Santa, en la sede de la delegación pontificia en Jerusalén y al día siguiente, día de la Epifanía, Pablo VI visitó Atenágoras a la sede del patriarcado ortodoxo de la misma ciudad, dando un paso fundamental en el acercamiento entre ambas iglesias.

Francisco llamó hoy a la unidad de la Iglesia, «donde, en lugar de dividirnos según nuestras ideas, estamos llamados a volver a poner a Dios en el centro», a través de «la vocación» y no de «las ideologías eclesiásticas», en la misa de la Epifanía en la basílica de San Pedro. En la celebración, que contó con la participación de 248 cardenales, obispos y sacerdotes, el Papa recordó que los Reyes Magos «emprenden un viaje en busca del Rey que ha nacido, son imagen de los pueblos en camino en busca de Dios» y «nos enseñan a mirar hacia lo alto (…) porque nuestra ayuda viene del Señor».