• Ecuador El presidente Guillermo Laso se encuentra en una encrucijada

El juicio político contra el Presidente de la República Guillermo Lasso Ahora depende de la Asamblea Nacional, ya que el gobierno enfrenta una gran mayoría de oposición. Así lo decidió esta noche en Quito la Corte Constitucional, que acordó por seis votos contra tres La opinión de admisibilidad presentada por los jueces Richard Ortiz y Alí Lozada Después de una hora y media.

Una mayoría de dos tercios fue suficiente para autorizar el juicio político a los diputados ecuatorianos, algo que no sucedía desde hacía casi un siglo. Los jueces fueron presionados hasta el último minuto desde las redes sociales y desde la calle donde los seguidores del líder aborigen radical, Isa Leónidas quien amenazó con encabezar una nueva toma de Quito si los magistrados rechazaban esta solución constitucional.

La principal acusación del mandatario es que no tomó ninguna medida frente a un presunto caso de corrupción en empresas públicas en el que estaba involucrado su yerno.

El crecimiento del crimen organizado transnacional ha dado paso a la contaminación de actores políticos y sociales, así como de parte del sistema judicial. La democracia que tanto se necesita está amenazada». El mandatario se defendió horas atrás durante su intervención en un foro internacional.

El juicio se presenta en el Parlamento demasiado laborioso para el lazo, que será destituido si sus oponentes suman 92 escaños, lo que es posible por el momento. Contra el presidente conservador, la sede de la Revolución Ciudadana, liderada desde el exterior por el expresidente Rafael Correa, y el grupo Partido Social Cristiano (PSC), se sumaron populistas de derecha, exaliados electorales de Lasso. El frente antigubernamental también cuenta con el apoyo de radicales del Partido Indígena Pachacutec y disidentes de Izquierda Democrática.

En el entorno de Lasso, según ha podido saber EL MUNDO, esperaron hasta el último minuto a que uno de los seis jueces que expusieron este lunes su posición a favor del juicio acabara retractándose. Tampoco descartan que alguno de sus antiguos aliados pueda optar finalmente por abstenerse de votar en el parlamento.

La otra carta política de la desesperación que el lazo esconde en su manga política es a través de la muerte, Una herramienta constitucional que le permitiría disolver el parlamento y convocar nuevas elecciones dentro de unos meses. Hasta entonces había gobernado por decreto, pero no podía presentarse a la reelección.

Eiza, quien ya fue impulsora de las tomas de Quito en 2019 y 2022, también amenazó con recuperar la capital si el lazo de la cruz de la muerte lo invoca. “No aceptaremos una dictadura en este país”, dijo el titular de la Unión de Nacionalidades Indígenas (Kony).