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El parlamentario británico Peter Bone, de 70 años, afronta el final de su carrera política tras someter a uno de sus empleados a una «deliberada» cadena de abusos físicos, psíquicos y al menos una instancia de indecencia sexual en un hotel de Madrid, de acuerdo con una investigación oficial. La conclusión del Panel de Expertos Independientes (IPE) de la Comisión de Quejas Parlamentarias ha recomendado una suspensión de su escaño de seis semanas, lo cual llevó al Partido Conservador a retirar con efecto inmediato la confianza en su diputado de Wellingborough.

El IPE consideró la denuncia contra Bone como un «grave caso de conducta inapropiada», que incluyó un «deliberado e intencionado abuso de poder». Su víctima, que preserva su derecho al anonimato, reveló a la BBC la «horrible, brutal y oscura experiencia» que padeció cuando trabajó con el veterano político durante varios meses de 2012 y 2013.

«Acabé como la cascara rota del joven que fuí», confesó la víctima en una entrevista en la que describe la «errática conducta» del radical euroescéptico. «Es de temperamento explosivo, como un péndulo que salta de un tipo de personalidad a otra. Me costaba mucho predecir (su humor) y me sentía bajo constante asedio», añadió.

Bone niega los hechos relatados por su ex empleado, aunque ha perdido los recursos de apelación admitidos en el proceso de la Comisión de Quejas. Aguarda ahora el veredicto de sus colegas y opuestos parlamentarios que pueden ratificar la penalización recomendada sin someter la moción a voto o en una votación libre de la disciplina de partido.

La suspensión de la Cámara durante un periodo de seis semanas activa automáticamente el proceso de reelección del diputado desacreditado con el aval del 10% de los electores de la circunscripción. La elección se convocaría en un momento crítico para el Partido Conservador y el primer ministro, Rishi Sunak, cuya popularidad se ha derrumbado.

El informe oficial presenta un retrato devastador del acusado. «Los abusos», concluye el panel, «incluyeron violencia, gritos, palabrotas, burlas, ninguneo, comportamiento humillante, ostracismo…».

También da por confirmado un acto de indecencia sexual que tuvo lugar durante una visita de trabajo a España, en enero de 2013. Ocurrió al parecer en el cuarto de baño de la habitación de un hotel de Madrid, cuando el parlamentario se desnudó y «expuso sus genitales muy cerca de la cara» del joven empleado.

En otras ocasiones el demandante se sentía forzado a darle masajes en los hombros y el cuello después de asegurar que ambos estaban solos en el despacho de Westminster y de cerrar la puerta a cal y canto. Los investigadores aceptan además que Bone «pegaba repetidamente» y arrojaba cosas a su subordinado.

En los últimos días al frente del Ejecutivo conservador, y con la investigación ya en marcha, el ex primer ministro Boris Johnson promocionó a su aliado euroescéptico con el cargo de viceportavoz del Gobierno en la Cámara de los Comunes.