La muerte de Yunus Emre Göçer, repartidor en moto de 38 años y padre de dos hijos, habría pasado desapercibida si no fuera por las múltiples obstrucciones burocráticas que han permitido la fuga del autor de su atropello. El caso ha provocado una gran indignación social y protestas en las calles de repartidores en moto, que exigen que se aclaren los detalles del atropello y se persiga al autor del homicidio.
El pasado 30 de noviembre, el hijo del presidente de Somalia, Mohammed Hassan Cheikh Mohamud, conducía un vehículo diplomático por Estambul cuando atropelló a Göçer, que murió seis días después por las graves heridas causadas por el accidente. En su testimonio Mohamud aseguró que Göçer conducía sin casco y no puso el intermitente antes de frenar. La policía dejó en libertad a Mohamud y no le impuso restricciones para salir del país durante el transcurso de la investigación del incidente.
Las fuerzas de seguridad en su informe inicial, culparon a Göçer de una mala actuación al volante e insinuaron la posibilidad de un intento de suicidio por parte del repartidor. Sin embargo, medios turcos publicaron imágenes de las cámaras de seguridad en el lugar del accidente, en el que se aprecia perfectamente que Göçer llevaba casco, estaba parado y fue el coche el que lo arrolló a un lado de la carretera.
Tanto su familia como sus compañeros de trabajo, creen que las autoridades no estarían persiguiendo lo suficiente al autor del homicidio, para no dañar las relaciones diplomáticas entre Turquía y Somalia. «Si los amigos repartidores de mi marido y la sociedad no hubieran hecho presión, habrían dicho que mi marido se suicidó y el caso se habría cerrado», señaló al periódico turco Cumhuriyet Öznur Göçer, la mujer del fallecido.
«Denuncio a todo aquel que ha causado la muerte de mi marido y a quién haya dejado escapar a los autores. Ese hombre ha escapado de la justicia porque la policía insistía en un informe erróneo del incidente. Las autoridades dicen que harán lo necesario, pero no me convencen», describió. El alcalde de Estambul, el opositor al Gobierno Ekrem Imamoglu, publicó en sus redes sociales imágenes del accidente y señaló que «el sospechoso abandonó Turquía con las manos libres». Imamoglu acusó al Gobierno de «ser demasiado débil para defender los derechos de sus ciudadanos», por no perseguir judicialmente a Mohamud por ser familiar de un alto cargo político.
Las imágenes del accidente han causado una gran indignación social, con centenares de repartidores manifestándose en las calles y en redes sociales, exigiendo que se juzgue al autor del atropello. «Sabemos que no se hará justicia hasta que todos los responsables y negligentes en el caso de Yunus Emre Göçer comparezcan ante la justicia. ¡Ninguno de nosotros está seguro en las carreteras!», señaló en un comunicado Mesut Çeki, presidente de la Asociación de Repartidores. «Nuestras vidas no están seguras, al igual que las vidas de todos los trabajadores de este país. Ocurre un accidente minero y se habla de él durante una semana, luego se olvida. A nadie le importa», lamentó ante la prensa Yusuf, un amigo de Göçer.
Tras el escándalo la Fiscalía de Estambul emitió el pasado viernes una orden de arresto internacional contra el hijo del presidente de Somalia, aunque se cree que abandonó el país hace dos semanas. El ministro de justicia, Yilmaz Tunç, señaló que se ha iniciado también una investigación contra los agentes de policía que insinuaron que Göçer se había suicidado y aseguró que se perseguirá al autor del atropello porque «todos los ciudadanos son iguales ante la ley, incluido el procedimiento internacional».
Según el abogado de la víctima, Iyaz Çimen, aún no se ha producido ninguna detención relacionada con el caso. Un diplomático somalí residente en Turquía aseguró a la agencia AP que Mohamud se encuentra en Dubai. Según la prensa turca, la policía acudió al domicilio del sospechoso y se cree que habría abandonado el país el 2 de diciembre, un día después de la muerte de Göçer.