La eliminación de la presidencia fue seguida por una tormenta de acusaciones entre sus distintos líderes y comandantes, haciendo inútil cualquier intento de unidad en la oposición democrática. Y en el peor momento: Esta guerra civil política se contrasta con un resurgimiento de las protestas callejeras, encabezadas por maestros, servidores públicos y trabajadores de la industria pesada, que luchan por un salario digno y en dólares. Se han manifestado por miles en todo el país y mantienen su pulso contra el gobierno, aunque muchos sindicalistas han sido arrestados.
Una lucha popular al margen de los partidos, empeñados en aplastarse de cara a las primarias previstas para junio. Están tan desencantados que no son tomados en cuenta en sus movimientos.
A cargo: dijo Leopoldo López, líder del Movimiento Popular Voluntario (VP) y principal partidario del expresidente Juan Guaidó, quien también aseguró que no estaban dispuestos a participar en una unidad falsa.
López, exiliado en Madrid, arremetió contra el grupo de los tres, integrado por el centrista Primero Justicia (PJ), la socialdemócrata Acción Democrática (AD) y la socialista cristiana Un Nuevo Tiempo (UNT), la nueva mayoría que había impulsado la juicio político a Guaidó y que había elegido una nueva junta encabezada por la presidenta de la Asamblea Nacional (AN), Dinorah Figuera.
El que salió peor parado fue Julio Borges, el líder del PJD, a quien López acusó de beneficiarse del gobierno provisional pese a que luego actuó en su contra y «menospreció el carácter (Guaidó) que él mismo era».
El AKP respondió de inmediato: “Vemos con mucha preocupación expresiones de sectores opositores imbuidos de las mismas características del régimen de Maduro: mentira, desapego y odio. Lo único que hacen es fortalecer a MaduroLlena de desesperación al pueblo venezolano y destruye la unidad”.
López también habló sobre las negociaciones de México, que será «infiltrado por la dictadura», refiriéndose a los representantes AD y PJ. Para la VP, en cambio, el titular de la comisión de oposición, el constitucionalista Gerardo Bled, es una persona honesta y comprometida.
Pese al bombardeo, la VP seguirá apostando a primarias que están «bloqueadas. Creo que Manuel Rosales (el gobernador opositor del Zulia) y Henrique Capriles (excandidato presidencial) están interesados en encontrar un candidato unánime. Cualquier postulación que no lo haga viene del pueblo está condenado”, dijo López. Fracasar”. La VP apuesta por Guaidó para ser el candidato opositor que enfrente a Maduro en 2024 en un proceso plagado de obstáculos.
El Programa Unionista, aún integrando a duras penas a la oposición democrática, trató de limar asperezas con una invocación final: «El opositor está en (el palacio presidencial) Miraflores y no entre nosotros». Mientras tanto, este opositor mueve las piezas a su antojo: pretende cambiar el Consejo Nacional Electoral (CNE) para sustituir a un opositor por un colaborador.