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Identificadas trece de las catorce víctimas del ataque de Praga

  • Tiroteo Un estudiante mata a al menos 15 personas y hiere a decenas en una universidad de Praga

La República Checa vive una jornada de luto nacional tras la masacre perpetrada ayer en la Universidad Carolina de Praga por un estudiante de 24 años identificado como David Kozak. Antes de suicidarse, mató 14 personas, 13 de ellas ya identificadas, e hirió a otras 25, entre ellas tres estudiantes extranjeros, dos saudíes y un neerlandés.

La primera víctima del tiroteo identificada fue Lenka Hlávková, directora del Instituto de Ciencias de la Música del departamento de Filosofía de la Universidad. Era madre de dos hijos. Sus colegas han compartido una foto de la víctima y se declararon «totalmente desolados» por el asesinato «sin sentido» de Lenka.

El Gobierno decreta el sábado como ‘día de luto nacional’, en el que sonarán las sirenas a las 12 del mediodía.

El reguero de sangre dejado por Kozak comenzó en su propia casa. Antes de recorrer los 13 kilómetros que separaban la capital checa de Hostoun, su ciudad natal, asesinó a su propio padre. La Policía sospecha ahora que vez Kozak se estrenó en el arte de matar dos meses en un bosque en Klanovice, cerca de Praga. Más de 250 policías fueron enviados a buscar en la zona y se utilizó un helicóptero con imágenes térmicas para rastrear la zona boscosa, pero nunca se encontró al autor de los disparos. En aquel momento, el portavoz de la policía Jan Rybanský declaró que un equipo de varias decenas de experimentados criminólogos trabajaban en el caso. No encontraron pistas y tampoco un motivo, por lo que se dedujo que el asesino había elegido las víctimas al azar.

Kozak, era estudiante de matrícula. Este año defendió su tesis de licenciatura sobre el Levantamiento de Cracovia de 1846, e incluso recibió un premio por ello. Para su acción, bien planeada, se armó hasta los dientes. «Iba fuertemente armado y llevaba mucha munición, por lo que si las fuerzas de seguridad no hubieran actuado con rapidez, hubiera habido muchas más víctimas», sostiene la policía.

Esa era al menos la intención del tirador. «Quiero hacer un tiroteo en una escuela y posiblemente suicidarme», escribió Kozak en Telegram. Parte de los mensajes estaban en ruso, pues su inspiración fue la rusa de 14 años Alina Afanaskina, autora del tiroteo en la escuela de Bryansk a principios de mes. Mató a dos estudiantes antes de quitarse la vida. Kozak escribió que el objetivo de Alina era mayor por lo que él intentaría arreglar eso.

Kozak, que siempre quiso matar, según el macabro diario que ha dejado en las redes sociales, se vistió de negro para la matanza, de francotirador. En las imágenes que se han ido difundiendo se le ve corriendo por el edificio, subiendo las escaleras hacia los pisos superiores y apostado en un balcón con su rifle de largo alcance, un ZEV-30, disparando indiscriminadamente. En uno de los vídeos, se oye a uno de los periodistas que se habían desplazado hasta el campus, gritar «dispara aquí, cabrón» con la intención de distraerle. Kozak se detiene por un momento, se pone a cubierto bajo una bandera ucraniana, camina hasta el borde del balcón, apoya su rifle en la barandilla y dispara.

Kozak comenzó su ataque a las 15.00 horas de ayer y, a las 16.00 horas, la policía dijo que había sido «eliminado» después de que se viera a policías de élite irrumpiendo en el edificio.

La matanza en la Universidad Carolina de Praga, una de las más antiguas de Europa, deja preguntas en el aire y una de ellas es sobre el funcionamiento de la vigilancia en internet para la prevención de atentados. «Cuando la monstruosidad haya remitido al menos un poco, será importante averiguar por qué no se detectaron los mensajes que escribió en Telegram anunciando una matanza y si se detectaron, por qué no se hizo nada para prevenirla. Las excusas sobre los lobos solitarios no pueden aceptarse hoy en día», señaló el periodista Jan Hrbáek.

Para el presidente de la comisión de seguridad del parlamento, la pregunta es otra: «¿Debería haber seguridad en las universidades como la que hay en Estados Unidos? ¿Tendrá que haber guardias de seguridad que vigilen a la gente que entra en las facultades?»

El debate que asoma en el horizonte es sobre el reforzamiento del control de la psique de los propietarios de armas y vigilancia los comportamientos extremos en las redes sociales.