• testigo en vivo 43 estudiantes de Iguala: Murieron por el Estado, pero no por sus familiares

«Llorar en casa y pelear afuera». Así animó la semana pasada Estela de Carlotto, presidenta y fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo en Argentina, a las madres mexicanas que aún buscan a los desaparecidos. En la ley en la Ciudad de México, la activista aludió al caso Ayotzinaba, también conocido como el caso Iguala o el caso de los 43 estudiantes.No se sabe nada de estos jóvenes desde el 26 de septiembre de 2014. Años de arduas investigaciones por parte del Grupo de Expertos Interdisciplinarios Independientes (GIEI) presentó este martes su último informe.

«Escondete e insiste en negar lo obvio» Estos son los obstáculos que encontró la organización para llevar a cabo su trabajo, así lo afirmó el experto Carlos Beristain, al presentar el sexto informe del grupo, cuyo mandato vence este mes y que trabaja desde hace más de ocho años en este hecho que conmocionó al país.

Continuó: “Para el GIEI es imposible continuar con su mandato y como las cosas no cambian, damos por terminado nuestro trabajo”. «El peligro es que las mentiras se institucionalicen como respuesta».Advirtió el español. Y concluyó, luego de una amplia presentación en la que explicó los relatos contradictorios, que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedina) estuvo en constante contacto con las distintas autoridades el día de la desaparición del joven, y ellas sabían lo que pasó, y eso pasó a ser responsabilidad del propio Estado.

También se dieron detalles sobre la confusión sobre el paradero de los jóvenes que fueron divididos en varios grupos y no llevados. Ni al mismo lugar, ni al mismo escenario, ni al vertedero de Coca-Cola.dijo Ángela Buitrago, la otra integrante del GIEI que apareció en la presentación del martes.

Beristain insistió en la «intención» detrás de las «negaciones» y las «mentiras». Además de asegurar que “no se cerrará el caso hasta que no se resuelva la suerte y el paradero de los jóvenes”. Butrago subrayó, ante las preguntas de los periodistas, que este tipo de casos pueden salir de la órbita de la justicia internacional, pero que ya depende de los familiares, a quienes reconoció con la valentía de quienes hicieron la bandera estos años y que pidió al Estado que los «cuide». “Se debe reparar integralmente y evitar la estigmatización”preguntó la experta Buitrago en sus recomendaciones, porque “los sobrevivientes son víctimas de los hechos”.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ha comprometido a continuar con la investigación tras el mitin del GIEI, aunque el próximo año habrá elecciones en México, y por ende cambio de gobierno.

El GIEI fue creado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que, en colaboración con el Estado mexicano y representantes de las víctimas, pudiera brindar asistencia en el caso. El grupo está formado por profesionales de diferentes sectores (desde médicos a abogados) y nacionalidades.

«verdad historica»

El relato que dio el gobierno de Enrique Peña Nieto en ese momento fue que los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa habían robado buses para ir a una manifestación, los cuales fueron interceptados por la policía de Iguala, quienes a su vez entregaron a los jóvenes a los delincuentes de Guerreros Unidos. Dicho grupo los iba a matar y quemar sus cuerpos en el vertedero de Coca-Cola. Este relato de hechos pasó a ser conocido como el «hecho histórico», pero no fue avalado por el GIEI. Cuando López Obrador llegó al poder, decidió crear una comisión de la verdad para este caso.

En agosto del año pasado, el mayor avance parecía haberse dado, cuando el subprocurador Alejandro Encinas se dio cuenta de que lo que les había pasado a estos jóvenes era «crimen de estado», en el que los funcionarios militares y gubernamentales podrían haber jugado un papel importante. Sin embargo, el GIEI no ha verificado la autenticidad de las capturas de pantalla de conversaciones entre autoridades y delincuentes proporcionadas por Encinas. Hasta el momento solo tres de los jóvenes han sido identificados.

Como afirma el diario mexicano hoyexpertos del GIEI Se encontraron obstáculos para llevar a cabo la investigación.. Tuvieron oposición de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el presidente ejecutivo de Peña Nieto los echó de México tras presentar su segundo informe y volvió con López Obrador, pero romper Pandemia de coronavirus. Sus mayores logros fueron desterrar la «verdad histórica» ​​antes mencionada, señalar con el dedo a los militares y facilitar el encarcelamiento de algunos de los perpetradores..

Pese a todo, la Sedena mantiene en secreto las claves claves, asegura el diario mexicano. En sus cinco informes anteriores presentaron pruebas de tortura, espionaje a estudiantes y encubrimientos, y en su último informe, de marzo, denunciaron obstrucción a la investigación y ocultamiento de información.

problema de desaparición

Según el último informe de Amnistía Internacional, Encierro 2022 en México con más de 109,000 casos de desaparecidos y desaparecidos. Un caso pendiente para el país, según la ONG, ya que el Comité contra las Desapariciones Forzadas de la ONU reveló en un documento de crisis forense existente, que confirma que el país tiene más de 52.000 cuerpos no identificados bajo custodia. El año pasado también fue el más mortífero para el periodismo en el país.

Mientras tanto, el martes, López Obrador pronosticó una caída del 20% en los homicidios al final de su gobierno. El país celebrará elecciones presidenciales en 2024.

México no es el único país de la región donde los jóvenes están siendo atacados. En Nicaragua, como parte de las protestas de 2018 contra el gobierno sandinista, estudiantes resultaron heridos e incluso murieron. El capítulo más oscuro fue el que vivió en la Iglesia de la Divina Misericordia en Managua. Allí murieron dos jóvenes que se habían refugiado en el edificio con otros estudiantes, sacerdotes y periodistas de la policía y paramilitares.

La pelota está ahora en el tejado de las instituciones mexicanas. ‘La lucha continúa’Los familiares que asistieron al desfile gritaron.