• Álbum La toma de posesión de Javier Milei
  • Argentina Comienza la era Milei y Argentina emprende viaje a lo desconocido

Javier Milei ha jurado este domingo como nuevo presidente de Argentina y ha roto los moldes desde el primer momento: no dio el habitual discurso ante la Asamblea Legislativa y se dirigió a la multitud convocada a las puertas del edificio del Congreso Nacional, a la que le adelantó un severísimo ajuste económico.

El ultraliberal, que no pertenece ni al peronismo ni al pan-radicalismo, las dos familias políticas que han gobernado históricamente el país, llegó al edificio del Congreso a bordo de un coche que recorrió completa la emblemática Avenida de Mayo en una espléndida mañana de finales de primavera en el hemisferio austral.

La ceremonia de asunción mostró un inusual protagonismo de la ya ex vicepresidenta Cristina Kirchner, vestida de rojo intenso, que dio órdenes a diestro y siniestro al recibir a Milei en la entrada al Palacio Legislativo y luego, con las manos en los bolsillos, se movía sin cesar en el estrado mientras el nuevo presidente procedía a jurar el cargo.

La dos veces presidenta mantuvo conversaciones breves con el nuevo presidente, bromeó sobre detalles del bastón simbólico que se entrega a los presidentes y no le dedicó ni una mirada al presidente saliente, Alberto Fernández, cuando este se acercó a saludarla.

La llegada de Milei al poder implica más que un cambio de era, es un cambio de paradigma. Si durante décadas la mayoría de los argentinos vivió convencida de que lo esencial comenzaba y terminaba en el Estado («el Estado presente», uno de los exitosos caballitos de batalla del kirchnerismo), la arrasadora victoria de Milei en las elecciones del 19 de noviembre reveló otra Argentina.

Javier Milei recibe el bastón presidencial.
Javier Milei recibe el bastón presidencial.Demian Alday EstevezEFE

El nuevo presidente anunció un severo paquete de ajuste de aproximadamente el 5% del PIB, unos 25.000 millones de dólares, sustentado en una frase que no deja de repetir: «No hay plata».

Milei mantuvo una breve conversación con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, antes de dirigirse a las miles y miles de personas convocadas frente al Congreso tras una ceremonia formal de asunción que fue la más breve y desconcertante en los 40 años de la actual etapa democrática.

«Hoy comienza una nueva era en Argentina, hoy damos por terminada una larga era de decadencia y declive y damos comienzo a la reconstrucción del país», dijo el nuevo presidente.

«Hay una voluntad de cambio que ya no tiene retorno. No hay vuelta atrás, hoy enterramos décadas de fracaso, peleas intestinas y discusiones sin sentido», añadió, al tiempo que prometió «crecimiento, desarrollo, libertad y progreso«.

Milei recordó que Argentina fue «faro de Occidente» y la tierra a la que llegaban inmigrantes de todo el mundo antes de «abrazar las teorías empobrecedoras del colectivismo».

Milei sonríe junto a la ya ex vicepresidenta Cristina Fernández de Kichner.
Milei sonríe junto a la ya ex vicepresidenta Cristina Fernández de Kichner.ALEJANDRO PAGNIAFP

«Déjenme que sea claro en esto: ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros (…). No existe solución viable en la que se evite atacar al déficit fiscal. La solución implica un ajuste fiscal de cinco puntos del PIB en el sector público nacional, ¡que caerá casi totalmente sobre el Estado, y no sobre el sector privado!», gritó Milei ante una multitud eufórica.

Fiel a su pasión por la economía, Milei habló de «pasivos consolidados» y «política monetaria» en un discurso excesivamente técnico, y añadió que la descontrolada emisión monetaria durante el gobierno de Fenández «no es gratis».

«¡Lo vamos a pagar con inflación!«, enfatizó Milei, que se extendió en detalles acerca de la herencia económica tras dos décadas de predominio de kirchnerismo. «El gobierno saliente nos ha dejado plantada una hiperinflación, y es nuestro deber hacer todos los esfuerzos para evitar semejante catástrofe que llevaría la pobreza por encima del 90%».