• Guerra de Ucrania Josep Borrell, en Kiev: «Si Rusia gana la guerra, la UE está en peligro»

El ministro de Exteriores español llega a Kiev en plena Presidencia española para reforzar el mensaje europeo: el apoyo de España a Ucrania no tiembla. Tampoco lo hace su voz cuando habla de la responsabilidad exclusiva de Vladimir Putin en ese enorme drama que dura ya año y medio. Albares atiende a EL MUNDO en la cafetería del hotel Intercontinental de Kiev antes de entrar a una cumbre histórica.

Pregunta.- Rusia se prepara para una guerra larga. ¿Qué puede hacer la UE para contrarrestar ese esfuerzo?

Respuesta.- Hay dos cosas que podemos hacer. Según pasan los meses debemos recordar que aquí hay un solo agresor. Esta guerra la ha querido sólo Vladimir Putin y por lo tanto está en sus manos el detenerla. Todo lo que hacemos los demás es intentar ayudar a que vuelva la paz a Ucrania pero dentro de lo que marca la carta de Naciones Unidas. Es decir, una paz justa que respete la integridad territorial de Ucrania. Hoy estamos aquí todos los ministros de Exteriores de la UE para trasladar a Ucrania nuestra solidaridad y para preguntarles a ellos cómo podemos ser más eficaces en nuestra ayuda a Ucrania en la defensa de sus civiles. Defendiendo a Ucrania defendemos los valores más esenciales de la Unión Europea. No debemos olvidar que la UE es una construcción de paz que se creó precisamente para evitar lo que hoy estamos viendo en Ucrania, o sea, la guerra como una forma de resolver conflictos como Estado. Si Rusia tiene éxito en su guerra de agresión todos nos sentiremos más inseguros al día siguiente, porque nadie estará libre de que su vecino más poderoso pueda invadir su soberanía.

P.- ¿En qué consisten los compromisos de seguridad que la UE puede ofrecer a Ucrania?

R.- Todo lo que hemos venido haciendo hasta ahora. Apoyo diplomático para hablar con todos nuestros socios y amigos en el mundo para explicar que esto es una guerra en Europa, pero no es una guerra europea, porque ataca los principios de la carta de Naciones Unidas. También tenemos un compromiso humanitario con Ucrania, tanto con los refugiados antes, como ahora con las víctimas. Por ejemplo, España ha traído ambulancias hasta aquí. Y cuando llegue el momento, tenemos un compromiso con la reconstrucción. Por supuesto, sumado a nuestra ayuda militar con entrenamiento de militares ucranianos en España y el envío de equipamiento para que Ucrania pueda defender su soberanía y a sus civiles indefensos. También queremos que los crímenes de guerra que se han cometido no queden impunes. Yo me entrevisté con el Fiscal General de la Corte Penal Internacional en Nueva York para transmitirle que el crimen contra la cooperante Emma Igual [asesinada en un ataque ruso] no podía quedar impune.

P.-¿Está España preparada para seguir entregando armamento a Ucrania?

R.- España se mueve siempre bajo dos parámetros: atender a las necesidades de Ucrania y hacerlo todo de manera concertada con nuestros socios europeos. Lo seguiremos haciendo tanto tiempo como sea necesario.

P.-¿Está cerca de alcanzarse el acuerdo de 20.000 millones de euros de apoyo militar hasta 2027?

R.- Por parte de España vamos a hacer todo lo posible por conseguirlo. He hablado con todos los ministros de Exteriores en el tren desde la frontera polaca hasta Kiev y todos pensamos lo mismo.

P.-¿No hay temor a que el conflicto se alargue y la UE se quede sola en ese apoyo?

R.- Todas las conversaciones que tengo con mi amigo Tony [Antony] Blinken me demuestran que la Administración Biden se mantiene firme en el apoyo a Ucrania. Cuando vemos cualquier votación en Naciones Unidas vemos que Rusia se ha quedado completamente aislada y ha perdido la batalla diplomática. La Unión Europea no tiene ningún interés en mantener una guerra larga, tampoco el presidente Zelenski. Todo lo que queremos es que la paz vuelva hoy, pero que sea una paz justa, dentro de lo que marca la carta de Naciones Unidas.

P.-¿Tiene la UE una teoría de la victoria? ¿Qué podemos considerar una paz justa?

R.- Una paz que respete la soberanía ucraniana y su integridad. Los crímenes que se han cometido aquí no deben quedar impunes.

P.- ¿Esta reunión supone un apoyo al camino de adhesión de Ucrania a la UE?

R.- Sin duda, ese va a ser un componente muy importante. Y no es ningún azar que esta reunión sea bajo la Presidencia española y en el mes de octubre, que es cuando la Comisión tiene que emitir su informe sobre la ampliación. Ese gesto está también en esa reunión.

P.- ¿Cree que la adhesión de Ucrania será un tema de debate en la cumbre de Granada?

R.- Sí, la ampliación va a ser un tema muy importante. En Granada lo que vamos a intentar es conseguir una gran visión estratégica de lo que queremos para la Unión Europea, y es imposible tenerla hoy sin hablar de Ucrania, que es un país muy específico, porque está en guerra.

P.- ¿Cuál es el mensaje que se quiere transmitir en esta cumbre hacia Moscú?

R.- Lo que nosotros hacemos en Ucrania no tiene ningún gesto de hostilidad hacia Rusia, pero sí tiene un mensaje firme: queremos una paz que respete la soberanía de Ucrania.

P.- ¿Se ha avanzado en lo diplomático en la comprensión del conflicto por parte de algunos países de América Latina que se mantenían equidistantes?

R.- Totalmente. Ese ha sido uno de nuestros esfuerzos y no hay más que ver la declaración de la cumbre UE y CELAC en el que está ese párrafo que deja claro que es una guerra «contra Ucrania». Es un párrafo que en Naciones Unidas o en el G-20 fue difícil o imposible el sacarlo adelante. Eso es un gran logro de España y de la presidencia española de la UE.

P.- Usted ha venido varias veces a Ucrania. ¿Ha percibido cambios sustanciales desde la primera vez que vino?

R.- Desde luego que he visto el impacto material de la guerra, pero lo que más me sorprende es lo que no ha cambiado, que es la determinación del pueblo ucraniano en mantener su soberanía y pelear por la defensa de esos valores europeos. Eso es lo que más me impresiona cada vez que vengo. Acabamos de hacer una ofrenda floral en el muro de los caídos. La primera vez que vine estaba cubierto por fotografías en la mitad de su espacio. Hoy, por desgracia, está lleno. Pero la determinación sigue siendo la misma.