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  • Italia El italiano Robinson Crusoe se rinde tras 32 años viviendo solo en una isla: “He encontrado el amor”.

Vivió solo durante más de 30 años en una isla. Budilien el archipiélago Magdalenaentre Cerdeña Y Córcega. Un soñador, un hombre de otra época, un defensor de un paraíso virgen. Con el tiempo, se convirtió en un ermitaño con miles de seguidores y una inspiración para muchos.

Mauro Morandi Murió el viernes 3 de enero a las 85 años. Recientemente había estado sufriendo problemas de salud. El pasado otoño, una mala caída le impulsó a vender su casa en Cerdeña y volver a vivir Módena. Lo escribió él mismo en Facebook, donde continúa manteniendo informados a sus numerosos amigos. En una de sus últimas publicaciones indicó que se encontraba internado en una residencia de la provincia de Reggio Emilia.

Mauro Morandi cuida celosamente la belleza de la isla de Budelli desde hace más de 30 años, acompañando a cientos de turistas en sus visitas, asegurándose de que no se cause ningún daño. Fue una elección de vida que hizo. 1989tras años de trabajar como profesora de educación física en una escuela de Nonantola, en la provincia de Módena.

Después de reacondicionar la balsa, aterrizó en la isla famosa por su arena rosada con dos amigos y decidió quedarse para siempre. Su cuidador estaba a punto de irse y ocuparía su lugar.

Su historia también fue el tema del libro. Budelli’s Guardian: una larga historia de amor entre un hombre y su isla desiertaEscrito por Antonio Rinaldes y el propio Morandi.

El Robinson Crusoe contemporáneo está dando de qué hablar en todo el mundo, sobre todo desde que en 2021, 32 años después de su aterrizaje, después de que las presiones de la Autoridad del Parque de la Maddalena le obligaran a abandonar la casa en la que vivía en Budelli, Morandi se fue a vivir a La Maddalena.

Se ofreció a seguir trabajando como socorrista aunque fuera gratis, pero nada. Así que tuvo que ceder a regañadientes, no sin antes lanzar una petición online que recogió más de 18.000 firmas en apoyo a su estancia en la isla.

La noticia de su muerte se difundió inmediatamente por Internet y muchos expresaron sus condolencias y sentimientos. Muchos pidieron recordarlo de alguna manera, quizás a través de una estatua en la isla.

«Hola amigo. Ahora puedes encontrar a Sylvanas, la mujer que te amaba más que a nadie», escribió un amigo. “Tus cenizas reposarán en tu amada isla, abrazadas por los delicados reflejos de la orilla rosada y acariciadas por los majestuosos enebros moldeados por el viento del oeste y esta vez, Mauro, nadie podrá arrebatarte de tu isla. Finalmente nadie ha triunfado”.