“Desde ayer (por el domingo) dijimos que: Confiamos en nuestro pueblo que salió a defender la revolución. A pesar del brutal accionar de Estados Unidos, a pesar de la feroz campaña y los llamados a la abstención, Cuba ganó”, celebró el presidente Miguel Díaz-Canel los resultados oficiales de las elecciones parlamentarias.
Según el Consejo Nacional Electoral (CEN), habría votado el 75,92 % de los cubanos, por lo que el abstencionismo habría llegado al 24,08 %. “Hay números que dicen más que las palabras”, felicitó al propio presidente. Incluso si fuera Números imposibles en una democraciaun proceso “soviético” sin transparencia que impide auditarlo: los 470 candidatos que presenta la revolución son los 470 diputados en la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Y también El voto en blanco y nulo debe ser contadoLo cual aumentó, porque votar en su contra no existe en el «modelo democrático» castrista. En esta ocasión, el 6,22% votó en blanco y el 3,50% votó en nulo. Los dos métodos de votación se suman a los que se abstuvieron de votar para completar lo que se llama voto en contra. Lo que sumaría el apoyo final al gobierno entre el 68% y el 69% del electorado.
Por otro lado, tiene la mayor tasa de abstención en las elecciones parlamentarias (85,65% votó en 2018). Pero en contraste, la tendencia de las pasadas elecciones que confirmaron La desesperación del pueblo cubano Después de más de seis décadas de dictadura.
En las elecciones locales de noviembre pasado sólo votó el 68% del censo. Desde entonces, los problemas se han agudizado: se ha agudizado la mayor crisis migratoria de la historia, persisten las colas, la crisis eléctrica no amaina y continúan las protestas.
Un comunicado conjunto emitido por el Comité para la Defensa de las Elecciones de Cuba (COCOD), Observadores de los Derechos Electorales (ODE) y Ciudadanos Observadores de los Procesos Electorales (COPE) calificó como “la elección más irregular de la historia”. Las tres organizaciones denunciaron un “mar de fechorías”.Van desde la coacción en hogares y hospitales hasta premios a cambio de votos, una hora de retraso en el cierre de las urnas y la prohibición de ver el conteo de votos.
Expertos como el historiador Armando Chaguaida calculan, con base en todos estos datos y análisis previos, que la participación real estuvo entre el 55% y el 65%. Los números oficiales No coincide con el comportamiento real de los votantes.Los tres organismos de seguimiento concluyeron.