• Cumbre BRICS El Sur Global busca su sitio en los BRICS: «Queremos que la arquitectura de gobernanza global sea rediseñada»
  • Internacional Cumbre de los BRICS: un contrapeso al orden mundial liderado por Occidente

La «familia» de los BRICS, como lo ha llamado el presidente chino Xi Jinping, se va haciendo más grande. El bloque de cinco países emergentes (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que juntos representan una cuarta parte de la economía mundial y reúnen al 42% de la población mundial, abre sus puertas a otros seis nuevos miembros: Argentina, Egipto, Irán, Etiopía, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. A partir del 1 de enero de 2024, estos países engordarán un grupo que cada día coge más forma como una posible fuerza de contrapeso al orden mundial dominado por Occidente.

Esta primera expansión de los BRICS desde que Sudáfrica se unió en 2010 significa, sin duda, una victoria para China, quien llevaba tiempo presionando para ampliar el bloque, algo a lo que se oponían inicialmente India y Brasil, que han acabado sucumbiendo. «India apoya plenamente la expansión del grupo BRICS», dijo finalmente el primer ministro Narendra Modi.

En un discurso durante el último día de la cumbre de los BRICS que se celebraba esta semana en Johannesburgo (Sudáfrica), Xi Jinping dijo que los países emergentes se están volviendo cada vez más relevantes en el ámbito internacional y que la cumbre contribuiría en gran medida a la configuración de un nuevo orden económico y político global.

«El desarrollo es un derecho inalienable de todos los países, no un privilegio de unos pocos. Los países BRICS deben ser pares en el camino del desarrollo y la revitalización, oponerse a los actos de desacoplamiento y perturbación de las cadenas industriales y de suministro, así como a la coerción económica», aseguró Xi, lanzando un claro dardo a su rival de Washington, que está en plena cruzada de sanciones tecnológicas contra Pekín.

El nuevo BRICS que asomará el año que viene – se desconoce si buscarán un nuevo nombre – incluye a pesos pesados del petróleo como Irán y Arabia Saudí. Son los primeros miembros de Oriente Medio y han entrado en la esfera de influencia de Pekín después de que la mediación de la segunda potencia mundial lograra que Riad y Teherán reestablecieran relaciones.

Por su parte, Etiopía es una de las economías de África que más crece, mientras que Emiratos Árabes Unidos y Egipto mantienen un vínculo muy cercano sobre todo a India. El caso de Argentina, en plena inestabilidad económica y social, se entiende por la insistencia de Brasil. «Dedico un mensaje especial al querido Alberto Fernández, presidente de Argentina y gran amigo de Brasil y del mundo en desarrollo», escribió en Twitter el presidente brasileño Lula da Silva. «Los nuevos miembros aumentarán la participación de los BRICS en el producto interno bruto mundial del 32% al 37% sobre la base de la paridad del poder adquisitivo», añadió.

Argentina está luchando contra una inflación histórica, una falta de reservas extranjeras y pagos de deuda que le están ahogando como parte de un acuerdo de préstamo de 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Lula criticó esos préstamos del FMI, calificándolos de «asfixiantes» e insinuó la posibilidad de que el banco de los BRICS, que dirige la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff, aumente los préstamos a otros países con «criterios diferentes» para estimular sus economías.

«Quiero asegurar a todos mis colegas que continuaremos lo que empezamos: expandir la influencia de los BRICS en el mundo», intervino por videoconferencia desde el Kremlin al cierre de la cumbre el ruso Vladimir Putin, el único de los líderes de los BRICS que no estaba presente en Sudáfrica porque el país anfitrión es signatario de la Corte Penal Internacional y tendría que detenerlo si pisa el país bajo una orden judicial por el ataque a Kiev.

En su intervención, Putin criticó el «neocolonialismo actual» y a los países que «promueven su propia hegemonía». También dijo que Rusia está abierta al diálogo para encontrar una solución a «la situación en Ucrania», país que sus tropas invadieron en febrero de 2022. El brasileño Lula también señaló que los BRICS están dispuestos a «unir esfuerzos para buscar un alto el fuego inmediato en Ucrania».