Francia e Italia intentaron hoy tender puentes tras las recientes tensiones diplomáticas desatadas por la inmigración. El presidente francés Emmanuel Macron Recibió al Primer Ministro italiano en el Elíseola ultraderechista Giorgia Meloni, para abordar los principales temas de sus relaciones bilaterales, que recientemente se han deteriorado por este motivo.

En una declaración conjunta previa a su reunión, los dos líderes expresaron la necesidad de trabajar juntos en materia de migración. Macron planteó la necesidad de trabajar con los países de origen (particularmente Túnez y Libia, los descendientes de los inmigrantes ilegales que llegan a Italia) y reforzar los controles en las fronteras exteriores. Todavía vemos dramas en el Mediterráneo, Hay que organizarse mejor» en materia de asilo e inmigraciónMacron declaró.

Meloni se mostró «de acuerdo con Francia» en este punto y recordó que «hay que dar pasos concretos en la Unión Europea». «No se puede permitir que las redes criminales definan la entrada a nuestras fronteras», dijo el primer ministro italiano, denunciando el tráfico de migrantes como «la esclavitud del tercer milenio».

La falta de armonía entre los dos líderes era evidente. Es la primera vez que Macron recibe a Meloni desde que fue elegida primera ministra el pasado otoño, aunque, como ambos justificaron, ya se han encontrado «decenas de veces» en cumbres u otros eventos internacionales. Con la reunión de hoy, Macron intenta poner fin a la crisis diplomática que inauguró en abril el ministro del Interior, Gerald Darmanin, quien Meloni fue acusado de ser «incapaz de resolver los problemas de inmigración En su país, que es para lo que fue elegida”.

Aunque ambos mandatarios no comparten las mismas sensibilidades políticas, han destacado los lazos que unen a sus países. Macron despertó «profundos lazos culturales» y destacó el proyecto de defensa antiaérea que lidera de manera conjunta. París y Roma son también los principales socios comerciales. Los dos acordaron mostrar su apoyo a Ucrania durante el tiempo que sea necesario. «Ucrania está luchando por la libertad», dijo Meloni.

inmigración Durante mucho tiempo ha sido uno de los puntos críticos a ambos lados de la frontera alpina. Ya en noviembre hubo fricciones cuando Francia decidió embarcar en su puerto un barco flotante con más de 200 inmigrantes ilegales rechazados por Roma. París acusó entonces a su vecino de falta de solidaridad. Señaló que muchos de los países que llegan a sus costas son de habla francesa, por lo que su destino final es Francia.

Las palabras del ministro Darmanin reabrieron esta disputa, al punto que el canciller italiano, Antonio Tajani, canceló su viaje previsto a París, calificó de inaceptables las palabras de Darmanin y exigió una disculpa. Desde entonces, el gobierno francés ha tratado de calmarse. La canciller viajó a Roma para reunirse con su homólogo, y hace una semana Macron recibió al presidente italiano, Sergio Mattarella. Los dos recorrieron el Louvre, donde acaba de abrir una galería de arte de Nápoles. Imágenes de esa marcha muestran A sentimiento Muy diferente al que vemos hoy en el Elíseo.

Meloni asistió hoy a la presentación de la candidatura de Roma para la Exposición Universal de 2030 en el BIE de París. También participará en la cumbre sobre un nuevo acuerdo financiero global organizada por Macron jueves Y el viernes, al que asistirán mandatarios de medio centenar de países.