• Honduras Miles de personas, encabezadas por el opositor Salvador Nasralla, se manifiestan contra el «comunismo» de Xiomara Castro

De nada sirvió que miles de personas llegadas de todo Honduras rodearan el Congreso del país en apoyo de la presidenta, Xiomara Castro. Su presión para elegir al nuevo fiscal general y fiscal adjunto no consiguió su objetivo de desatascar la votación y el partido oficialista Libertad y Refundación (Libre) fracasó en su intento de elegir a su nómina de abogados Johel Zelaya y Mario Cabañas para ambos puestos al no contar con una mayoría suficiente en la Cámara legislativa. Concretamente, se requieren 86 votos en un Congreso muy polarizado, donde Libre cuenta con 50 diputados, seguido del Partido Nacional (43), Partido Liberal (26) y el Partido Salvador de Honduras (9). En la votación de este martes, la formación de Xiomara Castro solo logró 52 votos, lo que hizo imposible la elección de quienes deben asumir el cargo a partir del 1 de septiembre.

A continuación, el Partido Salvador de Honduras propuso a Marcio Cabañas como fiscal general y a Jenny Almendárez como fiscal adjunta, si bien tampoco logró el consenso suficiente tras aglutinar 70 votos a favor en un Congreso de 128 diputados. Por ello, el presidente de la Cámara, Luis Redondo, convocó una nueva sesión este miércoles a las 14.00 horas en la que espera alcanzar un acuerdo con el Partido Nacional para elegir entre cinco candidatos a las dos personas que se encargarán de la persecución penal en los próximos cinco años.

Castro y su partido Libre han aprovechado esta elección para echar un pulso político a la oposición y hacer una demostración de fuerza del apoyo popular con el que cuenta su gobierno. Para ello, convocaron a miles de personas de los 18 departamentos del país que acudieron a la Cámara legislativa para mostrar su «respaldo total» a la presidenta hondureña. Los manifestantes tienen previsto hacer una vigilia esta noche en los alrededores del Congreso «hasta que tengamos fiscal» como una muestra de presión hacia los grupos opositores para que cedan y apoyen a alguna de las cinco personas que mandó al Congreso la Junta Proponente para dirigir la Fiscalía.

La movilización masiva de partidarios de Castro se produce después de que el 19 de agosto, alrededor de 20.000 personas se manifestaran en las calles de Tegucigalpa y ante la Casa Presidencial en contra del «comunismo» que pretende implantar la mandataria Xiomara Castro, según denunció Salvador Nasralla, promotor de la marcha convocada por el denominado Bloque de Oposición Ciudadana, que aglutina a los partidos Nacional, Liberal, Alianza Patriótica y Salvador de Honduras, así como varias organizaciones de la sociedad civil.

«Presidenta en resistencia»

A pesar de este clima, Castro se presentó en la manifestación de este martes ante miles de simpatizantes que vestían con los colores rojo y negro del partido Libre y donde aseguró que no ha perdido la «esperanza» de lograr consensos en el Congreso, a pesar de reconocer que la oposición tiene mayoría. La mandataria también se refirió al clima de crispación en el país centroamericano, por lo que dijo que se ve «obligada a denunciar ante el mundo la conspiración de las mafias del crimen organizado y el narcotráfico para derrocar a mi gobierno». No obstante, resaltó que ella es una «presidenta en resistencia», tras 12 años y siete meses de «incontables sacrificios humanos hasta vencer la oprobiosa dictadura».

«Este es el Gobierno del socialismo», clamaba una asistente a la marcha en la que, tras fracasar la votación, fueron desfilando los distintos diputados del partido Libre que aprovecharon el baño de masas para lanzar proclamas propias de la Cuba de Fidel Castro y la Venezuela de Hugo Chávez: «Hasta la victoria siempre’ y ‘Venceremos’, gritó micrófono en mano el vicepresidente del Congreso, Rasel Antonio Tomé, quien se dirigió a los manifestantes llamándoles «hermanos y compañeros de la bancada revolucionaria Libre». Pese a no contar con mayoría para elegir a los fiscales, remarcó que «hoy queremos decirles a los oligarcas que se les acabó la fiesta, porque hoy necesitamos que se escuche el respaldo para la presidenta Xiomara Castro«.

«Hoy les decimos a los enemigos de la democracia y a los golpistas que no volverán», aseguró, en referencia al golpe de Estado que sufrió el esposo de la hoy presidenta hondureña, Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009, tras presidir el país centroamericano desde el 27 de enero de 2006. Posterior a la caída de su gobierno, el Partido Nacional, que también forma parte del Bloque de Oposición Ciudadana, gobernó durante 12 años.

‘Queremos fiscal’, respondían los acólitos del partido Libre mientras el presidente del Congreso, Luis Redondo, también les prometía que «no pasarán, ni volverán» en referencia a «aquellos que desean mantener el ‘statu quo’ y el poder concentrado en unas pocas manos que intentan evitar el cambio que la ciudadanía demanda». Así, prometió que «vamos a poner orden» y, para ello, recordó que «ya viene la CICIH», en referencia a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras, un organismo de la ONU que trabajará junto a la Fiscalía para perseguir la corrupción, al igual que sucedió con la CICIG que operó durante 12 años en Guatemala y cuyo mandato finalizó el 3 de septiembre de 2019 tras no ser prorrogado por el entonces presidente Jimmy Morales.

Por ello, el presidente del Congreso recalcó que el nuevo fiscal debe ser uno de los «brazos importantes» de la CICIH y, por tanto, debe «obedecer a la justicia y no garantizar impunidad». Se mostró confiado en que este miércoles se alcanzará un consenso y, en este sentido, dijo que «no habría que descalificar a ninguno de los cinco candidatos» para elegir a un «verdadero fiscal del pueblo y no de grupos de poder como ha pasado siempre».

Redondo precisó que, con el nuevo fiscal, no va a haber persecución por motivos políticos, de forma que «los únicos que van a pagar son los que hayan cometido delitos de corrupción o narcotráfico», teniendo en cuenta que, en los tribunales de justicia de EEUU donde está acusado de narcotráfico el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández (2014-2022), «se han preguntado por qué en este país no hay ningún tipo de investigación, ni señalamiento, ni nadie detenido» por los hechos de los que se le acusa.

Con la elección del nuevo fiscal general, se pondrá fin este 31 de agosto al mandato de Óscar Chinchilla, quien ostenta el cargo desde hace diez años y que ha sido cuestionado por su cercana relación con Hernández, quien se encuentra en una prisión de EEUU a donde fue extraditado en abril de 2022 para ser juzgado por narcotráfico.