El partido gubernamental Rusia Unida ha obtenido amplias mayorías en las elecciones regionales rusas, con al menos el 70% de los votos en las demarcaciones en las que se presentaba.
Durante el fin de semana se celebraron elecciones parciales de diputados de la Duma estatal en cuatro distritos y votaciones para 16 parlamentos regionales, así como elecciones de los gobernadores de más de 20 regiones. En casi todos los lugares el putinismo sigue fuerte, al menos sobre el papel.
La competencia electoral era limitada, ya que las autoridades impidieron que candidatos fuertes se postularan y el control de los medios de comunicación es casi total.
El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, muy cercano a Putin, ganó prácticamente sin oposición. más del 75% de los votos, según resultados preliminares. Hace 10 años su rival fue Alexei Navalny, que quedó segundo con un 27% de los votos. Navalny hoy está en la cárcel, como todos los líderes de la disidencia que no huyeron a tiempo.
Los sectores más críticos han apuntado que las elecciones en Moscú eran fácilmente manipulables debido al sistema de votación electrónica de la capital, que según ellos es imposible de auditar. Se han usado sistemas similares en muchas otras regiones rusas.
La entidad Golos, que vela por la limpieza electoral, ha denunciado en sus informes la detención de candidatos de la oposición, destrozos en sus coches y, en un caso, entrega de documentos de reclutamiento militar a interventores electorales.
Las primeras noticias sobre los resultados preliminares en la fría región de Yakutia aparecieron en la agencia rusa RIA Novosti a las 13.37 hora de Moscú, cuando solo eran las 19.37 en la propia región. Las urnas todavía estaban abiertas (no cerraban hasta las 20.00 horas) y el recuento de votos aún no había podido comenzar. Los resultados de la votación en Yakutia se publicaron prematuramente porque al ingresar los datos para los colegios electorales ya cerrados uno de los administradores del sistema presionó por error el botón «publicar», afirma el canal ‘Elecciones-Circo’ citando a la propia Comisión Electoral Central, que asegura que terminaron de votar antes.
El Kremlin aseveró que las encuestas de opinión y las numerosas victorias electorales muestran que Putin es, con diferencia, el político más popular de Rusia.
Uno de los pocos candidatos fuera del partido gubernamental que ha vencido es el actual líder del Partido Comunista de Jakasia, Valentin Konovalov, que obtendría el 63% de los votos tras el recuento del 52% de los votos. Anteriormente, el principal candidato de Rusia Unida allí, Sergei Sokol, retiró su candidatura por problemas de salud tras comprobar que las encuestas le eran adversas. Sokol es diputado de la Duma estatal y miembro de Rusia Unida, y tiene a gala haber servido en Ucrania. Pese al respaldo del Kremlin y su teórica condición de veterano de guerra, el electorado le dio la espalda.
Según medios independientes rusos, Rusia Unida ha tenido que reorientar su campaña hacia asuntos más domésticos tras comprobar que la invasión de Ucrania no es un reclamo tan popular 18 meses después. A pesar de todo, todas las fuerzas políticas que concurren -otras han sido ilegalizadas- respaldan el ataque de Rusia a Ucrania. Los mensajes de campaña han pasado por alto el coste del conflicto de Ucrania y en cambio han puesto en valor las ayudas que el Kremlin ha proporcionado a las familias de los soldados.
Los candidatos del Kremlin también ganaron en las cuatro regiones ucranianas ocupadas: Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jerson. Moscú las declaró rusas el año pasado en una anexión denunciada por Kiev y sus aliados como ilegal. A día de hoy no controla la totalidad del territorio en ninguna de ellas. Sólo un puñado de aliados de Moscú reconocen estas regiones como parte de Rusia. EEUU ha advertido de que no reconocerá las elecciones en esas zonas.